Creo que todos tenemos que respetarnos, como base de una convivencia deseable. Y más si ese respeto viene encauzado dentro de unas normas otorgadas de común acuerdo. Pero desde hace unos días, un grupo de activistas marroquíes viene tensando la cuerda de la convivencia, con actuaciones violentas y sexistas en la frontera de España con Marruecos, en Melilla.
Lo que pretenden es, pienso, crear un estado de ánimo de difícil respirar, a fin de que algunos de nuestros agentes de Policía o Guardia Civil rompan, mediante alguna acción desproporcionada o inadecuada, la cuerda que tanto están tensando estos moros. Yo no creo que se deba hacer algo fuera de contexto, pero sí que hay que hacer algo, rápido y eficaz. Considero que lo tiene que hacer el Gobierno de España. Y me parece que la pasividad de ZP y de sus ministros es inadecuada a la soberanía y sobre todo al respeto y convivencia entre dos países que se consideran fraternales. Que esté inactivo Rubalcaba, con lo que él sabe de movilizar gentes y tomar acciones determinantes, me parece más que preocupante, sospechoso, tratándose del elemento en cuestión. Que Moratinos no se entere, es lógico. Que ZP esté mudo, entra dentro del ridículo que, al menos para mí, ha conseguido lograr en sus mandatos. ZP quiere no encontrarse solo cuando va a tal o cual cumbre europea. Para no encontrarse solo, para tener el respeto del resto de Jefes de Estado, hay que ganárselo. Primero hay que poner las cosas en su sitio, como el caso que nos ocupa, restableciendo su orden normal.
El gobierno de España no puede consentir que sea incordiada nuestra frontera con la pasividad de la policía marroquí, como se está haciendo y consintiendo. El Gobierno de España (frase que tanto les gusta remarcar, y con la cual terminan toda la publicidad institucional), ese Gobierno de España ha de velar por el cumplimiento de las normas internacionales sobre fronteras. El Gobierno de España ha de exigir que sean retirados los póster que de marcado carácter sexista y vejatorio se han colocado a fin de humillar la labor de la Policía española, en concreto de sus agentes de género femenino. Es cierto que están en territorio marroquí, pero también lo es que los vecinos han de procurar llevarse bien. Yo no entiendo que nuestro Rey Juan Carlos pueda llamar telefónicamente a Mohamed VI para rebajar la tensión que de forma violenta han creado los activistas, y que el soberano marroquí haga oídos sordos y quiera seguir considerándose el amigo del Rey de España. Yo no lo entiendo salvo que todo sea una patraña y una vuelta de tuerca más a la pretensión de Marruecos, de anexionarse de forma violenta los territorios Españoles de Ceuta y Melilla.
Porque creo que coincidiremos todos que Ceuta y Melilla, son España. Y cuando digo todos me refiero al Gobierno. Y también al PSOE. A Zapatero ya le colaron aquella foto donde aparecían Ceuta y Melilla como ciudades marroquíes. Y ZP no se dio ni cuenta. ¿O sí?
