Desde que el movimiento 15-M comenzó, admiro sus ideales y su lucha. Del mismo modo admiro a las personas que conforman la plataforma en Villena, ya que sin su colaboración y esfuerzo no conoceríamos más que las acciones llevadas a cabo en muchas capitales.
He acudido a todas sus asambleas públicas y este sábado acudí a la manifestación y posteriormente a la Plaza de Santiago. El planteamiento esta muy claro, pero siempre, después de una reunión, asamblea o comunicado, me asalta una inquietud. Como fan de la serie The Big Bang Theory, quiero transmitir una metáfora muy villenera, que denominaré, en honor de la serie, The Gachamiga´s recurrence (La recurrencia de la Gachamiga).
Diez amigos quedan para hacer una gachamiga. Todos están de acuerdo en que los ingredientes serán harina, agua, ajos, aceite y sal. Llegan a las cocinas de La Virgen y vuelven a enumerar los ingredientes, el orden de de los mismos y el proceso completo, pero existe un problema, ninguno de los amigos sabe encender el fuego.
Veinte personas que estaban en otra cocina, viendo que van a hacer una gachamiga, comienzan a enumerar los ingredientes y el proceso de elaboración, pero, al igual que nuestros diez amigos, conocen los ingredientes pero no saben encender el fuego. Otras personas que se encuentran allí con un ordenador portátil, comienzan a mostrar videos de cómo se elabora una gachamiga, con todo lujo de detalles se plasma como se debe de hacer, pero al final, entre todos esos videos, no se muestra el modo de encender el fuego.
Una semana después, sin perder la ilusión, los amigos vuelven a reunirse, es más, todos los que en su día se unieron a la primera gachamiga, dando consejo o aportando videos, también lo hacen. Llegado el momento, vuelve a surgir el mismo problema, nadie sabe encender el fuego. Vuelven a reunirse otras semanas. Todos tienen claro cómo se hace, qué ingredientes lleva, pero nadie llega a concretar como se enciende el fuego. Con el paso del tiempo cada vez son más, todos saben que para hacer una gachamiga se vierte el aceite, se sofríen los ajos, se echa la harina, el agua y la sal y se bate de forma continuada, pero siguen sin saber cómo encender el fuego.
Durante todas las semanas, en la cocina que se encuentra en el fondo, hay un grupo de tres personas que están comiendo una gachamiga, tienen los ingredientes, han encendido el fuego y la han hecho. A esas personas parece no importarles lo más mínimo que todos esos amigos no puedan encenderlo, es más, incluso no pueden remediar soltar una carcajada irónica cada vez que les ven aparecer. A esas tres personas poco les importa que cada semana un grupo cada vez más numeroso acuda, intente por todos los medios hacer su gachamiga y no lo consigan. Ellos la tienen hecha, se la están comiendo y no les importa escuchar las quejas de los que no pueden hacerlo.
Moraleja: Puedes saber los ingredientes de una gachamiga, cómo se elabora, pero si no sabes cómo encender el fuego, habrá quien no se inmutará lo más mínimo con tu presencia, si puede estar comiéndose una gachamiga que tú no acabas de elaborar.
