Cultura

The Return

Han pasado más de ocho años desde que el despacho de dirección de la Casa de Cultura quedara vacío. Mientras tanto, pese a las honrosas intenciones, el barco ha ido a la deriva. A merced de gobiernos provisionales o auxiliares, sin dirección o propósito fijo, desplazándose lenta y continuamente sobre un magma fluido en el que ha ido perdiendo casi imperceptiblemente partes de su estructura. Ahora, a su regreso, el capitán de la nave posiblemente sólo encuentre el esqueleto de aquella ballena que abandonó hace ocho años y a la que vio jovialmente surcar los mares.
José Ayelo Pérez vuelve para ocupar su puesto en la Casa de Cultura de Villena. Y ha pasado tanto tiempo que quizás el trabajo suponga empezar desde cero. La aventura que emprendes ahora, amigo mío, probablemente reúna condiciones totalmente antagónicas a las que encontraste cuando hace más de veinte años entraste por esa misma puerta. Entonces había presupuestos e ilusión, todo un mundo que inventar, que estructurar, que dejar crecer. Ahora tal vez encuentres recortes y rencor, un planeta desestructurado, unos árboles que comenzaron creciendo derechos y que con el tiempo se han ido secando, torciendo, enredando sus ramas, adquiriendo malos hábitos... Pero también te encontrarás aquello que encontraste en tu primer día de trabajo: todo el valor cultural, todo el potencial cultural que brilla en nuestras tierras.

Tampoco es el mismo Pepe Ayelo el de entonces que el de ahora, sin necesitar en los particulares avatares de cada vida, basta el tiempo para hacernos cambiar. Y si entonces tomaba el timón de la Kakv un joven dinámico y ávido de aprender y aprehender, también era un joven con unos conocimientos medidos del panorama cultural en general: de los cauces, de las redes, de la materia. Ahora en cambio regresa un gestor cultural que ha crecido paralelamente al concepto de “gestión cultural” en nuestro país. Una persona conocedora de los procedimientos, con una agenda llena de nombres y grupos y festivales. Una persona conocida en el ámbito de la cultura. Aunque en contra de la experiencia también pesen las desconfianzas, las desilusiones, las traiciones y los fracasos acumulados.

Siempre es una difícil labor la de la gestión cultural, tan difícil como definir el concepto de Cultura. Una labor que obliga a ser canalizador, descubridor, promotor, moderador, investigador, etc. Un trabajo, Pepe, que no te resulta extraño, que has realizado con mérito y en el que te hemos visto disfrutar. Por eso no sólo quiero desearte lo mejor, que en tu trabajo será lo mejor para Villena, sino que quiero manifestarte mi apoyo. Ya no sólo corren malos tiempos para la lírica. Pero la Cultura es al fin de las pocas cosas que nos quedan cuando apenas nos queda nada. Suerte, ánimo y buenos alimentos.

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