Tita Torró pierde en un gran segundo set ante la cuarta jugadora mundial
La tenista villenense María Teresa Torró Flor ha demostrado en Nueva York que puede estar entre las mejores jugadoras del mundo en cuanto consiga más confianza con su servicio. Su potente derecha ha brillado con total contundencia ante la polaca Agnieszka Radwanska, clasificada en cuarta posición a nivel mundial.
El primer set ha tenido poca historia. Tita ha salido nerviosa a la Louis Armstrong Stadium, la segunda pista más grande del US Open en Nueva York, y ha ido ganando la polaca uno tras otro los juegos, liquidando el primer set con un rotundo 6 a 0 en poco más de 20 minutos.
En el segundo set, Tita Torró ha sido otra jugadora. Más centrada, sin tantos nervios, y decidida a ponérselo complicado a la favorita. Y lo ha conseguido. De entrada le ha roto el servicio a la polaca, aunque lo ha recuperado en el siguiente por el problema de las dobles faltas cometidas por la villenera. Nada menos que 10 dobles faltas a lo largo de todo el encuentro.
Tita tomaba riesgos, haciendo correr a Radwanska, y moviéndose muy bien en la pista. Así se llegó al empate a 3. En el siguiente juego con servicio de Tita y 30-40 en el marcador, se produce la jugada crítica del encuentro. Un juez de línea canta fuera una bola de Tita a la raya, lo que demuestra el ojo de halcón. Pero el punto hay que repetirlo, y con dos dobles faltas en el mismo juego, Tita pierde su servicio.
Con 5-4 la jugadora de Polonia sacó para ganar el encuentro, pero Tita, con algunos puntos espectaculares, consiguió una nueva rotura y empató a 5. Al final, los dos últimos juegos fueron muy disputados, pero cayeron del casillero de la cuarta jugadora mundial, terminando el segundo set con 7 a 5 para ella, tras 1 hora y 27 minutos de juego.
En definitiva, era el resultado esperado, pero que deja una muy buena sensación sobre el futuro de Tita Torró si sigue con este juego y puliendo los errores que comete con su servicio.
Solo dos españolas habían pasado a la segunda ronda del US Open, y una de ellas fue nuestra paisana.
