Trivialización de la información
Se cumplen treinta años del fallido golpe de estado de Tejero y para celebrar la onomástica Antena 3 saca, ligado a dicha noticia, a modo de ilustración, a varios personajes que cuentan lo que vieron y sintieron en aquellos momentos. Uno de ellos es Matías Prats, buen periodista, que al parecer estuvo por allí, trabajando. De sólida formación, testigo o al menos muy cerca de los hechos narrados. Bien. Salvo que parece que estaba contando un partido de fútbol.
Pero lo que no me cuadra a mí es que a propósito de un tema tan espinoso saquen opinando a dos actores de la serie Hispania. No tengo nada en contra de esa serie, que no he visto ni sé de qué va, ni contra el gremio de actores, alguno tan inclasificable y genial como Fernando Fernán Gómez, cuyo conocimiento y opinión sí eran relevantes, pero no me parece que sean, los de los actores, los testimonios más naturales a los que puedan recurrir. Es decir, que nos han querido pintar un episodio de nuestra recentísima historia casi como una serie casposa en la que salen varios tíos a los que se le pregunta tú qué estabas haciendo en ese momento y cómo te sentiste, cuando en realidad es un tema del que apenas nos han informado convenientemente, que tiene más oscuros que claros y que necesita ser ilustrado y comentado por gente competente.
No diré yo quién es la persona indicada para ello, pero un muchacho que ni había nacido y un actor que se ha aprendido un papel de memoria no me van a sacar de dudas ni me van a decir lo que de verdad pasó allí y no se nos contó. Prefiero, en todo caso, algo menos light, algo de más enjundia como, por ejemplo, a un historiador o un investigador que se hayan empapado en la materia; a cualquiera con una sólida formación académica, que me sepa decir en todo momento quién era quién en ese episodio crítico. Es una cuestión de seriedad en el tratamiento de la información. Y todo esto va a colación de la trivialización de la información en la que vivimos.
Se nos dice: estamos en la era de la Información, cuando la verdad es que sabemos muy poco, se nos oculta mucho y se nos trata como a tontos. ¿Ejemplos? Miles. Sólo hay que poner el telediario de cualquier cadena y ver qué noticias nos dispensan, cómo nos las cuentan y cómo se rellena el tiempo de información: noticias de futbol y más futbol, crónicas sobre las maravillas de un genial cocinero, ripios relacionados con alguna iniciativa con niños como protagonistas. Y no mucho más. Todo muy ágil y divertido, eso sí, con farfolla de medios técnicos, superficial y sospechosamente parecido. Vale que Información no es Cultura, pero se empieza por no informar y se termina contando lo que te da la gana, manipulando descaradamente. Un ejemplo al uso: hace cosa de un mes hubo un más que serio incidente entre las dos coreas. Se nos dijo que estábamos en la antesala de la tercera Guerra Mundial. Por que Japón está muy cerca y China también y por ahí hay bombas nucleares. Unas semanitas más tarde nadie sabe cómo va el partido.
¿Esa es la información que nos merecemos? Pues a mí eso no me pone.