Abandonad toda esperanza

True Crime

Abandonad toda esperanza, salmo 618º
Ya llevaba semanas dándole vueltas a dedicarle una columna al tema, y vuelvo de Bruma Negra en Plentzia todavía más convencido de que los lectores en general se ven cada vez más seducidos por las narraciones de no ficción, y de que los aficionados a la novela negra no son una excepción. Esto se puso de manifiesto en varias de las mesas redondas que articularon las jornadas; y que estas arrancaran con una conferencia del médico forense Paco Etxeberria, en la que este explicaba su labor con ejemplos prácticos, acabó resultando una evidencia -por emplear terminología del gremio- de lo más sintomático. Buena parte de este acto inaugural consistió en desmontar con ironía y afán divulgativo varios de los mitos que rodean a la criminalística por culpa del cine y la televisión; y eso es precisamente lo que se propone el libro ¡Que nadie toque nada! del alicantino Blas Ruiz Grau, que durante la investigación realizada para escribir algunas de sus novelas policíacas ha descubierto muchas de las mentiras que a fuerza de repetirse una y otra vez en películas y series del género han terminado por convertirse en verdad. En sus páginas, en las que se trata de tú a tú al lector (fruto de su origen digital: el blog Zenda) y en las que también se repasan los casos de los peores asesinos de la historia de España (de Romasanta al celador de Olot), Ruiz Grau desvela si es necesario investigar la escena del crimen a oscuras, si un chaleco antibalas te protege con garantías durante un tiroteo o si las pistolas con silenciador suenan como en la pantalla. El resultado es un volumen donde podrá documentarse cualquier aspirante a novelista de historias criminales.

Otra novedad relacionada con crímenes reales, pero de cariz más histórico, es Magnicidio, en la que el novelista y colaborador habitual del programa de Iker Jiménez Cuarto Milenio José Luis Hernández Garvi repasa la crónica negra de los presidentes de los Estados Unidos asesinados (o casi) a lo largo de la historia. Por supuesto, el de John F. Kennedy es el ejemplo más socorrido; pero este repaso cronológico por el lado más oscuro de la política yanqui no podía sino empezar con el asesinato de Lincoln perpetrado por el actor John Wilkes Booth como parte de un complot para instigar al ejército confederado a seguir luchando por su causa. Se trata pues de una lectura ideal para todos aquellos que disfrutan con filmes como La conspiración, El mensajero del miedo o JFK.

Pero no todos los crímenes son tan llamativos como el asesinato del alto mandatario de la nación más poderosa del mundo. Así nos lo recuerda el periodista de la BBC Misha Glenny en McMafia, libro publicado hace unos años y recuperado ahora gracias al tirón de la serie homónima, basada en esta rigurosa investigación que desvela que lo que llamamos crimen organizado ha evolucionado hasta convertirse en crimen globalizado, implicando en su seno y aunque sea de forma inconsciente a la mayoría de la sociedad de consumo. Glenny conecta diversas historias protagonizadas por pistoleros de Ucrania, blanqueadores de dinero de Dubái, estafadores de Nigeria, miembros del sindicato de las drogas de Colombia y Canadá, cibercriminales de Brasil o traficantes de personas de China con ramificaciones en España. Y la conclusión a la que se llega es que la línea que separa lo legal de lo ilegal es ahora más difusa que nunca.

Como complemento perfecto a estas lecturas me permitiré recomendarles también el décimo número de Prótesis, revista especializada que dirige David G. Panadero y que en esta ocasión está dedicada a "Crímenes célebres". Bajo la leyenda de que la historia de un país es también la historia de sus crímenes, en su interior -junto a la inevitable antología de películas relacionadas con el tema- se revisitan casos nacionales como los de la vampira de Barcelona, la Dulce Neus o el homicidio de la niña Asunta Basterra... aunque también se recorre territorio internacional a propósito de Jack el Destripador, A sangre fría de Truman Capote o el crimen real cometido por la luego escritora de éxito Anne Perry y una amiga cuando ambas eran adolescentes. Así pues, una lectura obligatoria -como los otros títulos recomendados- para todo interesado por la crónica negra de nuestro tiempo.

¡Que nadie toque nada!, Magnicidio, McMafia y Prótesis están editados por Oberon, Luciérnaga, Península y Reino de Cordelia respectivamente.

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