Abandonad toda esperanza

Un 2012 de película

Abandonad toda esperanza, salmo 347º
Si la semana pasada cumplía con la tradición de recomendarles algunos de los libros del año, hoy toca el inevitable repaso al mejor cine para el anuario del periódico. Y a diferencia del 2011, donde los filmes de autor dieron el do de pecho, el 2012 nos trajo una estupenda cosecha de grandes superproducciones... aunque conste que no cuento El Hobbit, que todavía no he visto y ya les adelanto me da una pereza considerable y dudo estuviese entre mis favoritas. Lo que sí vuelve a repetirse es que el ranking esté encabezado por el mejor cine negro: si el año pasado fue Drive, este es el año de Mátalos suavemente, film de Andrew Dominik basado en la novela de George V. Higgins que también está entre las mejores de la temporada. Este realizador consiguió con El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford una obra maestra del western, y ahora nos regala una obra maestra del noir; me puede la curiosidad por ver qué harían Brad Pitt y él con una comedia, un film de terror o un musical. A ver si se animan...

Este también ha sido un año estupendo para el cine superheroico, y no me refiero a la correcta pero un tanto intrascendente revisitación de Spider-Man con las cintas de Sam Raimi demasiado cercanas en el tiempo. Hablo, claro, de Christopher Nolan, que con El Caballero Oscuro: La leyenda renace ha cerrado su trilogía de Batman, sin lugar a dudas la más alta cota alcanzada por este género hasta la fecha. Por su parte, la competencia de los estudios Marvel y Joss Whedon nos ofrecieron con Los Vengadores el espectáculo palomitero definitivo, la materialización de los sueños más húmedos de todo adolescente que haya crecido leyendo tebeos de superhéroes. Otras dos muestras de cine fantástico que cumplieron con mis expectativas fueron Looper, un relato de viajes en el tiempo dirigido por Rian Johnson, el autor de Brick; y Prometheus, el regreso de Ridley Scott al universo de Alien, y que defraudó a toda una legión de cinéfilos. No fue mi caso, y ya ardo en deseos de volver a verla en HD con una gran cantidad de documentales que podrían desentrañar algunos de los enigmas que el film deja sin resolver.

Otra película que al parecer decepcionó a todo el mundo menos a mí fue J. Edgar, o la recuperación del mejor Clint Eastwood; un biopic protagonizado por Leonardo DiCaprio (que año tras año está presente en los listados del mejor cine; en 2013 tendrá la oportunidad de repetir de la mano de Tarantino) que sería la mejor recreación histórica del año de no ser por Argo, ese thriller político que vuelve a corroborar lo que ya sospechábamos: que ese actor mediocre llamado Ben Affleck es también uno de los más prometedores realizadores de Hollywood de la actualidad.

Pese a lo dicho, el cine independiente también se ha hecho con su hueco: ojo con Martha Marcy May Marlene, que pasó injustamente desapercibida y que merece recuperarse. El que no ha pasado desapercibido es Daniel Craig, que de la mano de dos directores de la talla de David Fincher y Sam Mendes y dos personajes de origen literario cuyo testigo recoge de otros actores se coloca por partida doble cerrando este Top 10: me refiero a Los hombres que no amaban a las mujeres y el último Bond, Skyfall. Que haya sido una cosecha tan buena es lo único que explica que queden fuera de esta selección los últimos (y espléndidos) trabajos de Allen, Carax, Cronenberg, Scorsese, Spielberg o Stone... pero es lo que tienen los límites, y esta columna no es una excepción. Eso sí: no me despediré hasta enero sin desearles un estupendo Año Nuevo a todos los lectores de El Periódico de Villena.

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