Música

Un espectacular tributo a Jane’s Addiction llega este sábado a La Cantina de la Plaza

Jane’s Addiction no fueron un grupo magistral en sentido estricto. Su discografía es concluyente en sí misma y nadie ha podido imitarlos o forjarse una carrera a partir de ellos. No crearon escuela, pero su importancia es incalculable. Dave Grohl de Nirvana la resumía así: «Fueron los Led Zeppelin de mi generación. Todos nos preguntábamos qué demonios era eso: metal pesado, psicodelia, punk, rock siniestro. Ellos abrieron las puertas a todos».
Esa dificultad ha sido el acicate y el atractivo de este proyecto de Rafa, David y José Ángel, que presenta en exclusiva La Cantina de la Plaza, a la hora de recrear en formato power-trío esas canciones. Y la fugacidad de su proyecto, un reflejo de la de los propios Jane’s, cuya existencia fue como una exhalación.

El desafío es también técnico: no basta un amor incondicional sino que exige de unos músicos experimentados en mil batallas y conciertos: Rafa (batería, voz) es bien conocido por su paso por Kastigo, Al final de la Escalera, A Machete, Ingresó Cadáver y Krakovia. A David (bajo) le avalan Residuos Asiduos, Al Final de la Escalera, Ingresó Cadáver, Banda Jachís y su trabajo con Luis Auserón; y a José Ángel (guitarra), J.O.D.T y Al Final de la Escalera.

El setlist de este homenaje a un grupo único arranca con su debut en directo “Jane’s Addiction” (87); atraviesa “Nothing’s Shocking” (88), un primer álbum de estudio en el que la tecnología punta condujo su música y su mística a niveles estratosféricos; y concluye en los territorios santeros de “Ritual de lo Habitual” (90), con Perry Farrell ya decidido a dar carpetazo al grupo y a su musa Casey Niccoli, «el alma de Jane’s Addiction», y con el guitarrista Dave Navarro exhausto tras años de cabalgar al «gran dragón» (¿qué hubiera sido de ellos sin los narcóticos?).

Comparar los discos que vinieron después con estos del periodo 87-90 sería como comparar el whisky más excelso con el matarratas. Mejor, sería como mistificar el Tetragrámaton, la permutación secreta que permite conocer el arcano nombre de Dios, furibundo y soberbio en su Alianza con el pueblo hebreo de cuya estirpe desciende el judío Perry: un Kerub expulsado del Paraíso por sátrapa, y transmutado en demonio.

Lo que se escuchará en la Cantina de la Plaza –este sábado, 4 de febrero, a partir de las 23 horas, donde no faltarán sorpresas con colaboraciones de músicos muy conocidos de la escena local– será la auténtica brujería de Jane’s Addiction. No te lo pierdas: “Un buen par de zapatos / No salvarán tu alma”.

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