El tradicional almuerzo que antaño celebraba la Asociación de Carniceros de nuestra ciudad en honor de su patrón, San Bartolomé, se ha seguido celebrando aunque en estos dos últimos años los encargados de la realización sean los Amigos de San Bartolomé, que este domingo rindieron homenaje al santo en la ermita del mismo nombre.
La crisis también ha dejado huella en la celebración de San Bartolomé, pero una vez desaparecida la Asociación de Carniceros, cuatro personas de aquel grupo decidieron crear la Asociación Amigos de San Bartolomé, para poder continuar con la labor de restauración que en el paraje se ha estado realizando año tras año.
Aunque la festividad de San Bartolomé será este viernes 24 de agosto, la celebración se trasladó a ayer domingo. En primer lugar tuvo lugar una Misa de Campaña en honor al Santo, oficiada por José Abellán (vicario episcopal de la zona IV). Tras el oficio religioso se inauguró una cruz que acompaña a la ermita y complementa el magnífico trabajo de restauración realizado, en gran parte, tras las obras de la línea AVE.
Posteriormente se ofreció un almuerzo. 400 bocadillos fueron repartidos entre los asistentes al mismo, bocadillos costeados íntegramente por estas 4 personas, los Amigos de San Bartolomé. Autoridades políticas y religiosas degustaron también los bocadillos, de moje, preparados en el día anterior. También durante el sábado se había preparado el lugar para celebrar la Misa, pero en esta ocasión, en la mañana del domingo habían desaparecido varias de las telas que protegen a los fieles del sol durante la Misa, percance solucionado rápidamente poco antes del acto religioso.
Pocos asistentes a este almuerzo, comparados con la multitud que se concentraba en años anteriores, cuando la Asociación de Carniceros celebraba esta festividad ofreciendo chorizos, longaniza, tocino y demás productos, típicos de la ciudad, a los que se acercaban al lugar. Ahora se puede observar quienes eran los que verdaderamente estaban interesados en llevar hacia delante este día de convivencia; afortunadamente los gorrones se quedan en casa. Enhorabuena a los Amigos de San Bartolomé por mantener la ilusión y completar el proyecto de restauración comenzado años atrás.
