Una incomprensible macro-redada provoca la indignación de los asistentes al concierto de rock
Incomprensible. Inexplicable. Indignante. Una encerrona. Una provocación
son sólo algunos de los calificativos los publicables expresados por los asistentes al concierto de rock de la plaza de toros portátil ante un macro-control policial como nunca antes se había visto en Villena.
Hacía poco más de una hora que había comenzado el concierto cuando, las personas que iban entrando en la plaza portátil, alertaron de la situación. De repente, un despliegue policial sin precedentes en nuestra ciudad rodeaba literalmente los accesos al recinto. Siete vehículos de la Guardia Civil, alguno más de Policía Local, al menos 2 vehículos camuflados con policías de paisano (la famosa secreta) y hasta agentes del Seprona venidos desde Novelda. El promotor del concierto, indignado, no se podía explicar cómo el ayuntamiento hacía algo así, mientras que la organización el propio ayuntamiento echaba chispas ante unas escenas desproporcionadas, injustas y de difícil justificación.
Distribuidos en las calles adyacentes al mercado, los agentes policiales solicitaron identificaciones, cachearon a las personas que se dirigían al concierto, registraron coches y procedieron a levantar sanciones por la incautación de pequeñas cantidades de droga para consumo propio. Yo no hago daño a nadie por fumarme unos porros. Que se vayan a la Pedrera y al Poblado a detener a los traficantes, nos decía un asistente que había sido cacheado poco antes. Sólo hemos venido a divertirnos y nos tratan como a terroristas, decía otro. ¡Esto es una vergüenza!, clamaban decenas de personas.
Aunque esta macro-redada no justifica, ni mucho menos, la escasa afluencia de público, este redactor fue testigo de decenas de llamadas de móviles realizadas por personas que ya estaban en la plaza alertando a amigos que tenían previsto ir más tarde al concierto para que no se acercaran. Quienes sí asistieron, aunque mucho más tarde de lo previsto, cuando ya había sido levantado el control, se perdieron los dos platos fuertes de la noche: las actuaciones de Ingresó Cadáver y Krakovia.
Otros teléfonos que echaban humo eran los de los responsables del ayuntamiento. El organizador, Isidro Gosálbez, visiblemente enfadado, no hacía más que realizar llamadas, algunas de ellas a la alcaldesa. Finalmente, el control se levantaba y los agentes desaparecían tan pronto como habían aparecido. No hemos podido confirmar si el control se levantó porque así estaba previsto o tras una orden directa de Celia Lledó.
Un control como los realizados durante todo el mes
Poco después, llegaban al concierto la alcaldesa así como numerosos concejales, que venían del concierto de los Pasodobles. Entre ellos se encontraba la edil de Policía, Adela Serra, a la que inmediatamente preguntamos por la situación. Sorprendida por las quejas, y posteriormente enfadada al comprobar el cabreo de algunos de sus compañeros, la edil aseguraba a EPDV que el control es uno más de los realizados durante todo el mes en Villena, señalando que era posible que en lugar de fijar varios puntos, todos los agentes se hubieran dirigido a uno concreto, aunque matizando que de ser así sería una decisión de los responsables policiales, que la edil justificaba al tratarse de un acto masificado en el que los problemas de seguridad siempre son mayores.
Sin moverse un ápice de sus planteamientos, Adela Serra se mostraba orgullosa de que Villena cuente en estos momentos con más presencia policial que nunca y aseguraba que estamos incautando mucha más droga que antes. Mi obligación como concejal de Policía es garantizar la seguridad de los ciudadanos y eso es lo que estamos haciendo, aseguraba.
Para finalizar, y preguntada por qué no se realizan controles semejantes en los lugares donde es público y notorio que actúan los narcotraficantes, la edil señalaba que sí se realizan, pero no os vamos a avisar cada vez que se hace para que vayáis a echar la foto. Igualmente, y ante ciertos cacheos especialmente desproporcionados, Serra señalaba que se trataba de personas que ya habían sido investigadas previamente y existían sospechas.
