Una pareja de cernícalos anida en la Iglesia de Santa María
El pasado sábado se descubrió, en la torre de la Iglesia de Santa María, un nido de cernícalo primilla en el que se pueden contemplar cinco polluelos, que al parecer se encuentran en buen estado. El hallazgo de este nido fue realizado por un grupo de fotógrafos aficionados de la localidad que subieron a la torre para captar imágenes desde este punto y que próximamente lo harán desde la torre de la Iglesia Arcedianal de Santiago.
Puede parecer un hecho curioso, puesto que el cernícalo primilla es una especie que habita en zonas de cultivo de cereal tradicional con poco matorral y arbolado. Sin embargo le gusta criar en los tejados o huecos de las casas de campo, iglesias y monumentos, por lo que suele convivir con el hombre en pueblos y ciudades. En el caso concreto de Villena, se sabe que hasta los años 70 del siglo XX nidificaban en la plaza de toros.
En la Comunidad Valenciana el cernícalo primilla está catalogado como en peligro de extinción, debido a la desaparición de las colonias de reproducción a principio de los años 90. Pero Conselleria de Territorio y Vivienda inició en 1997 un Proyecto de Reintroducción de esta especie en Villena, concretamente en el valle de los Alorines. Desde entonces el proyecto ha tenido un gran éxito y hasta el último estudio que se conoce (del año 2006) el número de parejas reproductivas ha pasado de 0 a más de 40, llegando casi al centenar de pollos volandones.
El cernícalo es una especie muy sociable que cría en colonias, compartiendo tejados con otras especies de aves como palomas, abubillas, lechuzas, gorriones o golondrinas. Su alimentación está basada principalmente en ratones, saltamontes, grillos y escolopendras, logrando un gran beneficio para la agricultura, en contra de la creencia popular de que se alimenta de palomas, codornices o perdices, ya que sus garras no son lo suficientemente fuertes para cazar este tipo de presas tan grandes.