Sociedad

Uno no es sabio porque sí…

El premio Nobel de Física en 1969, el científico estadounidense Murray Gell-Mann, visitó Villena el pasado sábado a instancias del presidente del Consell Valencià de Cultura, Santiago Grisolía. Lo más destacado de su visita fue que, a sus 77 años, demostró un interés admirable por todo cuanto observó, desde el Tesoro de Villena hasta la pieza más insignificante de cuantas alberga el Museo Arqueológico.
Acompañado por una amplia representación del equipo de gobierno, encabezada por la alcaldesa, así como por la arqueóloga municipal, Laura Hernández, y el director de la Sede Universitaria de Villena, Pepe Silva, el físico estadounidense mostró un notable interés por todo el contenido del museo, preguntando por las circunstancias del hallazgo y los yacimientos arqueológicos de Villena, que le fueron explicados con profusión por Laura Hernández. La comunicación fue fluida, entre otras cosas, porque el premio Nobel habla cuatro idiomas, entre ellos el español. Entre otras cosas, el científico preguntó acerca de la cultura íbera, su importancia en el levante español y las consecuencias de la llegada de otras culturas, como la fenicia.

Una vez finalizada la visita al museo, la comitiva se trasladó al despacho de alcaldía, donde Murray Gell-Mann firmó en el Libro de Oro de la ciudad así como en el libro de visitantes ilustres del Museo Arqueológico. En su escrito, mostró su agradecimiento al ayuntamiento por permitirle realizar la visita y agradeció lo bien acompañado que estuvo “por personas agradables e instruidas”. Para finalizar, Vicenta Tortosa le hizo entrega de un alfiler de plata con una reproducción de una pieza del Tesoro, Rosario Belda le regaló guías turísticas así como posters de nuestra ciudad y Antonio Pastor, por su parte, le obsequió con una muestra de productos agrícolas locales como nísperos y albaricoques.

Una vida dedicada al saber
Murray Gell-Mann (Nueva York, 1929) es uno de los físicos más notables del s.XX. Niño prodigio, ingresó en la Universidad de Yale a la edad de quince años, y se licenció en física a los diecinueve. En 1951 se doctoró por el Massachusetts Institute of Technology con una tesis sobre el tema que iba a ocupar la mayor parte de su trayectoria investigadora: las partículas subatómicas. Profesor desde 1955 en la Universidad de California (Pasadena), donde desempeñó desde 1967 la cátedra de Física Teórica. Fue miembro de la NASA desde 1964.

Se le otorgó el Premio Nobel en 1969 por sus descubrimientos sobre partículas elementales. La teoría de Gell-Mann aportó orden al caos al descubrir cerca de 100 partículas en el interior del núcleo atómico. Esas partículas, además de los protones y neutrones, estaban formadas por otras partículas elementales llamadas quarks. Estos quarks se mantienen unidos gracias al intercambio de gluones. Junto con otros investigadores construyó la teoría cuántica de quarks y gluones, llamada cromodinámica cuántica.

Además de la ciencia, al profesor Gell-Mann le interesan otros campos como la literatura, la historia natural, la lingüística histórica, arqueología, historia, psicología...

Murray Gell-Mann es el autor, entre otros libros, de The Quark and the jaguar, Adventures in the simplex and the complex, un ensayo de divulgación científica con carácter autobiográfico y uno de los libros de ciencia más importantes de las últimas décadas.

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