Es preciso realizar una apuesta Verde hacia criterios urbanísticos más humanizados en Villena, en sintonía con las nuevas tendencias de las ciudades españolas y europeas más modernas.
Gracias a los dos planes de reactivación económica puestos en marcha por el gobierno central, así como por el Plan Confianza de la Generalitat Valenciana, se vienen realizando o bien están en proyecto varias intervenciones relevantes en nuestro casco urbano. Los Verdes anhelamos actuaciones afines a las realizadas en las ciudades más avanzadas y prósperas, tanto españolas como del resto de Europa, las cuales han apostado desde hace décadas por criterios de diseño urbano más humanizados y equitativos hacia los actores de la vida en la calle.
Sin embargo, nuestro equipo de gobierno, lejos de los postulados más modernos, proyecta la ciudad bajo atributos atávicos y obstinados, sin una visión amplia y de futuro acorde con los tiempos que corren. Por ello, les invitamos a que salgan más de nuestra aldeíca, y se ilustren con las políticas más lícitas en el reparto de la superficie del espacio público hacia sus usuarios. Con apuestas decididas de movilidad sostenible que aporten menor polución acústica y mengüen la concentración nociva de humos en la ciudad. Apuesten, por tanto, por incrementar la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas.
Visiten ciudades como Barcelona, San Sebastián o París, emergentes en el uso de la bicicleta y con proyectos de alquiler de bicis que han tenido muy buena aceptación vecinal. Miren hacia Holanda o Bélgica, o hacia algunas ciudades del norte de Italia como Florencia, y constaten cómo el ruido de los coches pasa a segundo plano. Vean las apuestas de movilidad de Milán, Zaragoza, Bilbao, Valencia y ahora, con gran expectación, de Alicante, en las que el tranvía ocupará un escenario nada desdeñable.
En la pasada legislatura se pusieron las bases de un nuevo orden en nuestras calles, con la aprobación unánime del Plan de Movilidad Sostenible de Villena. Además, con un gobierno local que se ocupó como nunca de la eliminación de barreras urbanísticas; mediante la ampliación de numerosas aceras, adecuando correctamente los puntos más problemáticos, o ejecutando pequeñas pero profusas reformas en la vía pública.
El equipo de gobierno actual ha heredado el legado anterior y sigue la inercia propia de la administración, aunque de forma lánguida y desinteresada. Sin embargo, se ha olvidado de lo relacionado con los proyectos de mayor envergadura, los cuales se están diseñando sin una mínima visión global o planificación previa.
Casos como la rotonda de La Morenica o la reurbanización del Paseo Chapí y sus alrededores, adolecen de falta de sensibilidad hacia el peatón o la bicicleta, en este último caso obviado totalmente y soslayando el Plan de Movilidad Sostenible aprobado. En el mismo sentido, el proyecto de mejora del eje comercial que acometerá obras en la Avenida Constitución y Corredera, nace con criterios conservadores. Se pierde en este caso una oportunidad de crear carriles bici en las dos calles más significativas de nuestra ciudad, las cuales soportan una intensidad de tráfico ingente, y que generan enormes inconvenientes sociales y ambientales.
Está demostrado que el aumento del espacio para el peatón, el transporte público y la bicicleta frente al vehículo privado, es proporcional al incremento de la venta de los comercios adyacentes. Además, socializamos y humanizamos las calles, siendo menos ruidosas y contaminantes. Por tanto, ¿por qué se aplican tan vagamente alternativas de diseño urbano más democráticas? Pregúntenselo a nuestro caótico y terco gobierno local.
Fdo: Grupo de Movilidad y Urbanismo - Los Verdes
