Vacaciones de verano
Antes que subvencionar el consumo, preferiría que se sustituyera al personal y se atendieran debidamente los servicios públicos
Vacaciones de verano para mi… (Canción de Fórmula V) y otras muchas odas que cantan al verano y a las vacaciones.
En el campo el viento en calma y las moscas me impiden descansar bajo el pino piñonero. Y como no lo consigo intento reflexionar sobre este periodo canicular. Todo el mundo tiene derecho a disfrutar de vacaciones, ¡claro!, aunque es necesario primero tener trabajo, mejor dicho: empleo, porque trabajo hay siempre. Es necesario tener un empleo digno y un salario digno para poder disfrutar de vacaciones. Pero a lo que iba. Si estamos bien y disponemos de ellas, de las vacaciones digo, entonces perfecto, pero si no es así, y a veces ocurre, entonces nos encontramos:
Médicos especialistas de vacaciones sin sustituir, teléfonos de servicios sociales inoperantes o que no contestan, medicamentos de tratamiento crónico que están en falta en las farmacias…
…entonces estás deseando que se acaben las malditas vacaciones, y que vuelvan los profesionales a sus puestos de trabajo.
Pero no pasa nada, si tenemos la suerte de tener un empleo bien remunerado, o suficientes ingresos económicos, podremos comprar bonos a mitad de precio para consumir en Villena. Y no me parecería mal, si todas las personas dispusiéramos de suficientes ingresos económicos (algo que no deja de ser una entelequia), pero incluso si así fuera, me parecería mejor que antes de subvencionar el consumo, se sustituyeran las vacaciones del personal y se atendiera como es debido a las personas que necesitan las atenciones y los servicios, ya sean médicos o sociales.
Ya sé que esta subvención al consumo procede de la Diputación de Alicante, que como sabemos está presidida por el PP, y sabemos también que entre sus prioridades no están los indigentes, ni los necesitados de recursos económicos, para muestra la ordenanza contra la mendicidad del Ayuntamiento de Alicante gobernado también por el Partido Popular. Sí, ya sé lo que alguien dirá: es lo que hay, o esto son lentejas… pero yo tenía que decirlo.
Por: Rosalía Sanjuán Ayelo