Vaersa: un vertedero que debería ser una planta de residuos
Sobre la ordenanza reguladora de de la contaminación por humos, gases, vapores y olores, José Tomás Molina, concejal de Medio Ambiente, confirmaba que continúan trabajando en su redacción e intentarán que se apruebe en el Pleno de abril. Por el momento, mientras analizan la extensa legislación existente en este tema, están aprovechando para ampliar el campo de actuación de la ordenanza. La intención es convertirla en una ordenanza integral sobre contaminación medioambiental, que incluya también la regulación sobre suelos y acuíferos.
Profundizando en el tema de la contaminación, Molina ha informado de las últimas conversaciones con la planta de Vaersa - empresa que gestiona la planta de residuos sólidos urbanos situada en el término municipal-, asegurando que estamos enconados en las negociaciones, pues la planta se excusa en las dificultades económicas para poder cumplir los acuerdos, pero a nosotros no nos preocupa el equilibrio económico financiero de la empresa, sino el interés de nuestra ciudad, indicaba el concejal.
El edil de Obras, Juan Richart, exponía que las exigencias del equipo de gobierno se dirigen a que la planta deje de ser un vertedero y funcione como una planta de reciclaje, que es como se diseñó. No es normal que el ciudadano recicle y en la planta se entierren todos los residuos, así no quedan resueltas las cuestiones ambientales, señalaba el concejal, que recordaba que la Unión Europea financió en parte la construcción de la planta para desarrollar procesos de recuperación y reutilización de los residuos, algo que actualmente no se hace.
Molina reconocía que será una legislatura complicada en este aspecto, y aunque últimamente Vaersa ha hecho actuaciones para reducir los malos olores que genera su planta, las medidas siguen siendo insuficientes. La construcción de una balsa de lixiviados, el uso de difuminadores químicos del olor, cambiar los biofiltros de la planta, quemadores de gases, o el sellado de la nave de la planta son algunas de las actuaciones que ya se han realizado. La próxima reunión tendrá lugar después de Semana Santa, y el equipo de gobierno pretende seguir presionando en este aspecto.
La revisión del canon por la recogida de basuras también es un tema de actualidad, pues al cumplirse las exigencias del Ayuntamiento para reducir los residuos procedentes de fuera de la zona XIII, Vaersa defiende una subida del canon de las poblaciones que forman parte de esta zona para no agravar una situación económica deficitaria. En 2008 se recibían 140.000 toneladas de basuras de fuera y ahora el límite está en 64.000 toneladas, siempre que sea excepcional y que se justifique la necesidad de recibir estas basuras de fuera de la zona XIII, comentaba Molina. El equipo de gobierno propone a Vaersa subir el canon de la basura procedente de fuera del plan zonal, y no de las poblaciones a las que pertenece la planta.