Valenciano sí, pero no así
Pocas cuestiones han suscitado tanta unanimidad en Villena como el rechazo en pleno del Consejo Escolar Municipal al controvertido decreto sobre el modelo lingüístico educativo de la Comunidad Valenciana. Hasta Verdes y PSOE, inicialmente a favor de esta medida (impulsada por sus compañeros al frente de la Generalitat), han sumado su voto al defendido por el PP y toda la comunidad educativa de nuestra ciudad.
Estudiar y conocer el valenciano, lengua cooficial de nuestra Comunidad y materna de muchos de nuestros vecinos y amigos, es necesario y también positivo, pues el saber no ocupa lugar. Pero premiar su uso mediante la posibilidad de conseguir una mejor titulación en inglés es una evidente afrenta a las zonas castellanohablantes como Villena, una desigualdad que choca frontalmente con nuestros derechos constitucionales y un menosprecio a quienes, sintiéndonos valencianos de pleno derecho, vemos cómo las instituciones nos tratan como ciudadanos de segunda, lo que está generando un rechazo transversal a esta medida y a la propia lengua valenciana, víctima de las imposiciones de quienes confunden sus deseos y aspiraciones nacionalistas con el sentir de un pueblo plural y diverso que, al contrario que otras regiones, jamás había vivido su riqueza lingüística como problema, más bien al contrario.
Y de telón de fondo, nuestros estudiantes, sufridores en primera persona de un nuevo cambio de sistema educativo que, en breve, ya sea mediante los tribunales o a través de un cambio de gobierno, volverá a ser reformado, hasta el siguiente cambio de gobierno o el próximo recurso judicial
Triste realidad que debemos agradecer a una clase política impresentable, cegada por sus propias ambiciones e incapaz de comprender que el bien común debe provenir del diálogo, el consenso y la amplitud de miras.