Música

VEM: Villena Es Maravillosa

Una jornada para la historia, y poco más cabría decir, porque resulta harto difícil describir con palabras lo vivido y, sobre todo, lo sentido, durante el novedoso evento “Villena es Música”, una auténtica demostración no solo de la capacidad musical de Villena, que por supuesto, sino también de sus ganas e ilusión y su capacidad de hacer cosas grandes cuando cree en algo y trabaja unida.
Sería interminable hacer una crónica de cada una de las actuaciones, reflejar en estas breves líneas a cada uno de los alrededor de 1.000 músicos que a lo largo del sábado 18 de junio de 2016 (hay que guardar y recordar esta fecha) actuaron en ese enorme escenario llamado Villena, así como citar a todos los trabajadores municipales implicados, a los técnicos que se multiplicaron por doquier, a los voluntarios que contribuyeron a que, a pesar de la complejidad del evento, todo saliera tal y como estaba previsto, teniendo solamente que poner en el debe algún breve retraso inevitable en una propuesta tan ambiciosa.

También, por supuesto, habría que hablar de otros voluntarios, quienes están colaborando en la recaudación de fondos para la rehabilitación del Asilo, presentes igualmente en todos los actos con una sonrisa en la boca y un bombín en la cabeza, de los restaurantes que se sumaron a la iniciativa con sus tapas musicales, de los bares y pubs que abrieron sus puertas –en algun caso con una fuerte apuesta artística y económica de por medio– a las personas con inquietudes musicales y artísticas, de los medios que, volcados con el evento, han vivido con igual intensidad que los músicos –y durante muchas más horas en algunos casos– la jornada. Y de la gente, muchísima gente, de Villena y de fuera, mayores, jóvenes y niños, que programa en mano iban de un lado para otro dispuestos a disfrutar de su actuación favorita, listos para descubrir sonidos distintos, lanzados a conocer nuevos rincones de una ciudad que siempre ha respirado música, pero que en estos últimos años parece atraerla con más intensidad si cabe.

La propuesta, nacida de la mente de Pepe Ayelo, director de la Casa de la Cultura, era ambiciosa, pero Villena entera se ha volcado y la prueba se ha superado con nota, tanto a nivel artístico como organizativo, dinamizando una vez más –como la Happy Night, como las Fiestas de Moros y Cristianos o el Medievo, como los festivales de música…– una ciudad antaño industrial pero cada día más orientada hacia el turismo, los servicios y el comercio; una ciudad que siempre ha sido de paso, es decir, de encuentro, y que atesora un gran potencial histórico, patrimonial y, por supuesto, cultural, por el que hay que seguir apostando, porque del mayor potencial, el humano, tenemos de sobra.

Enhorabuena a todas las personas que han hecho posible Villena es Música. ¡Vamos a por la segunda edición!

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