Estamos llegando al final del verano y no quisiera, antes de que termine, dejar de maldecir a esa planta de tratamiento de residuos sólidos urbanos que regenta Vaersa, empresa pública de la Generalitat Valenciana.
Los calores de este estío, al igual que en años anteriores, nos han hecho dormir a muchos ciudadanos que no tenemos el tan deseado en ocasiones aire acondicionado, con las ventanas abiertas. Las últimas semanas de este verano han sido insoportables, no solamente por las noches sino también a primeras horas de la mañana, pues la pestuza que genera la planta de residuos de Vaersa casi nos ha hecho vomitar.
Es inhumano que la mala gestión de los residuos llegue a nuestros hogares en forma de un hediondo olor contra el que no se puede luchar, cerrar las ventanas es solo un mal menor, pues para ir al trabajo debes salir a la calle sufriendo en las pituitarias esa nauseabunda pestilencia.
Hemos tenido la oportunidad de sufrir esas emanaciones en nuestras propias carnes y en la de nuestros hijos, a los que no sabes darle una explicación lógica al preguntar de dónde proviene esa peste que ahoga a las pobres personas que padecen asma y que deben quedarse encerradas en casa, como nos contaba una vecina.
Quedan por responder algunas de las preguntas que continuamente nos hacen por la calle los afectados ciudadanos de este regalo que nos hace la Generalitat, y que por desconocimiento no podemos contestar, pidiendo ayuda desde aquí a quien tenga conocimiento sobre ellas:
En un futuro, ¿qué problemas, en la salud, puede traer este olor?
¿Nuestros hijos se verán afectados por alguna enfermedad respiratoria?
¿Nos estará afectando, actualmente, a los ciudadanos?
¿Debemos ir al médico a hacernos algún análisis?
Etc., etc., etc.
Nota: Durante estas fiestas de Moros y Cristianos hemos podido comprobar una gran inquietud ciudadana para que la Virgen de las Virtudes vuelva a ser protectora de Villena, librándonos de la peste, igual que hizo cuando en la Fuente del Chopo fue elegida como protectora de la ciudad.
