Versos, y también poesía, durante la presentación de Tríptico, de Mateo Marco
El pasado viernes tuvo lugar, en la Casa de la Cultura, la presentación del poemario Tríptico, de nuestro amigo y colaborador Mateo Marco, un acto hermoso y emotivo en el que unos presentadores de excepción desglosaron las muchas virtudes de unos poemas que fluyen diáfanos y con certeza y expresan lo que el autor observa y vive con sencillez y pasión.
Abrió el acto Mateo Marco, recordando la figura de su madre, Josefa Amorós Pérez, a quien dedica el libro porque desde niño lo quiso poeta, utilizando para ello la poesía como una herramienta para la memoria y el corazón. Además, agradecía la colaboración de la Casa de Cultura y la concejal, Isabel Micó, y el ayuntamiento de Benejúzar por permitir la publicación de El bosque pluvial, uno de los tres poemarios que componen Tríptico, premiado por dicha institución en 2001. También tuvo palabras de agradecimiento para EPdV y su director, editores de la obra, y la atención que prestan los medios a la difusión de sus creaciones, así como a los artistas que siempre han hecho más bellos sus trabajos: Pablo Domene, de Dosign, en el diseño y maquetación; las ilustraciones de Isabel Aparicio o Andre, o las fotografías de Joaquín Marín, que disfrazando de afición lo que es arte, en palabras del propio Mateo, acompañan los poemas de Tríptico.
Por cuestiones personales, el fotógrafo no pudo estar presente en el acto, pero a través de la impresionante voz de Pepe Ruiz locutor y periodista de Onda Cero Vega Baja sí que mostró su orgullo por colaborar con Mateo, al que describía como un escritor con sensibilidad y alma de poeta cuya poesía, directa, cercana y diáfana, expresa lo que el autor vive con sencillez y pasión.
Elogio a la memoria
A continuación tomó la palabra Ana Mas de Sanfélix, Doctora en Filosofía y profesora en el IES Tháder de Orihuela, que tuvo la oportunidad de conocer a Mateo gracias a los actos organizados para celebrar, en 2010, el centenario de Miguel Hernández. Alabando el delicioso hermanamiento de los poemas de Mateo Marco con las imágenes de Joaquín Marín, destacaba del poemario su aparente simplicidad, como algo natural y sin artificio, aunque nada más lejos de la realidad, pues detrás de cada verso hay mucho trabajo y esfuerzo, una cuidada acentuación y cadencia y una total falta de afectación. Concluía señalando que, desde su vocación de historiador, el autor realiza todo un elogio a la memoria, el pasado, la infancia, la nostalgia y la ternura, representando las emociones más puras desde el quehacer cotidiano.
Para finalizar, volvió a tomar la palabra Pepe Ruiz, esta vez a título personal, y que antes de desglosar uno a uno los poemas, recordaba el origen de unas colaboraciones de Mateo en los medios de la Vega Baja originadas en las llamativas crónicas de atletismo que el propio Mateo redactaba, hasta el punto de llamar la atención del periodista, una intriga que acabó fraguando en amistad y colaboración, la colaboración de un locutor pausado y con matices, que sabe contar con magnetismo, apasionado de escribir y contar cosas y que con la poesía, el arma más poderosa, nos regala sensaciones y sentimientos que rompen las reglas y lo cambian todo.
Cerró el acto el propio Mateo Marco dedicando un emotivo poema inédito, y no recogido en el libro, a sus hijas Carmen y Teresa, y sobre todo a su mujer Mari Carmen, una emocionante declaración de amor en la que cabían los versos, por supuesto. Y también la poesía.
Tríptico, el poemario de Mateo Marco, puede adquirirse en Librería Ítaca.