Villena comenzará a sancionar a quienes no recojan las heces de sus mascotas a partir del segundo semestre de 2016
El ayuntamiento de Villena sancionará a quienes no recojan los excrementos de sus mascotas de las vías públicas, aunque antes de llegar a tal extremo se va a lanzar una campaña de información y sensibilización. El calendario previsto por la concejalía de Políticas Animalistas no contempla llegar a las sanciones hasta final del presente año.
Según la edil de Políticas Animalistas, Esther Esquembre, se está desarrollando ya una nueva ordenanza referida a la tenencia y posesión de animales que, entre otras cuestiones, prevé regular las sanciones a los propietarios de mascotas que no recojan sus excrementos de la vía pública, tipificando las faltas y sanciones correspondientes y habilitando un procedimiento recaudador a través de SUMA para que todo el proceso sea lo más rápido y efectivo posible, decía la concejal, añadiendo que en ningún caso se va a recurrir a ocurrencias como analizar el ADN, algo que se está publicitando en otras ciudades y que sin embargo Esquembre considera estrafalario, caro y nada efectivo.
No obstante, dicho proceso no va a ser inmediato, añadía la edil, sino que pretendemos acometer, a través de abril y en colaboración con la Asociación de Comerciantes, una campaña de información y sensibilización ciudadana en ese sentido, lo que incluiría la posibilidad de realizar cursillos para educar también a las mascotas, añadía.
Sería entonces a partir del segundo semestre del año, con la nueva ordenanza ya aprobada, cuando comenzarían a tramitarse las denuncias a través de la Policía Local, una situación que no se ha producido hasta el momento a pesar de contemplarse sanciones en la ordenanza vigente, elaborada en 1994.
Agresiones a mascotas
En otro orden de cosas, la edil se ha hecho eco de las denuncias ciudadanas sobre la existencia de bolas de carne rellenas de clavos detectadas recientemente en calles como Cruz de Mayo y encaminadas a dañar a los animales domésticos que pasen por la zona. Ante tal situación, Esquembre anunciaba a la ciudadanía a denunciar estas prácticas si tiene constancia de que algún vecino pueda estar llevándolas a cabo, y añadía que podemos estar ante un doble delito, uno de maltrato animal, que se puede condenar hasta con cárcel, y otro más grave, de atentado contra la seguridad ciudadana, porque quiera Dios que no pase, pero algún niño pequeño puedo hacerse daño también con esas trampas.