Villena finaliza septiembre con 15 desempleados menos
Nuestra ciudad suma 2.961 personas inscritas como demandantes de empleo, 495 menos que hace un año
Según los datos publicados por los servicios públicos de empleo, Villena cierra septiembre de 2022 con una reducción del desempleo de 15 personas (el año pasado fueron 86 parados menos en este mismo periodo) y una cifra total de desempleados de 2.961 trabajadores. Hace justo un año, el número de personas demandantes de empleo ascendía a 3.456 trabajadores.
La bajada del paro registrada en Villena en septiembre ha tenido como protagonista al sector Servicios, que ha generado 34 nuevos empleos, seguido por la Agricultura, con 8 nuevos contratos. Por el contrario, han destruido empleo la Industria (14 parados más) y Sin Actividad Anterior (13 más). Por sexos, 11 de los nuevos empleos corresponden a mujeres, pero 4 a hombres.
En su valoración, UGT pide “aumentar los salarios para disminuir el nivel de pobreza de los trabajadores”. En ese sentido, defienden que “no es el momento de bajar la guardia en la senda de recuperación económica y social. Por ello, debemos insistir en políticas de orientación expansiva, que refuercen la actividad económica y la creación de empleo y eviten, a su vez, la apertura de nuevas brechas de desigualdad y pobreza en nuestro país”.
Para ello, el sindicato reclama actuaciones en dos sentidos. En primer lugar, “seguir reforzando nuestro Estado de Bienestar, por lo que los próximos Presupuestos Generales del Estado deben incorporar un aumento generalizado del gasto en las partidas de política social”. En segundo lugar, “impulsar un incremento de los salarios de las personas trabajadoras que fije incrementos salariales y un incremento del SMI que evite que quienes tienen peores condiciones salariales pierdan poder de compra”.
Por último, UGT considera “fundamental adoptar medidas que moderen el desorbitado precio al que están llegando muchos productos de primera necesidad e insta al Gobierno a adoptar con celeridad las medidas oportunas para lograr unos precios socialmente justos para los alimentos y otros bienes y servicios básicos, de manera que se evite que la especulación de unos pocos privilegiados se anteponga a la salud y la vida de la mayoría de las personas trabajadoras”.