Villena, fortaleza mediterránea

Villena, fortaleza mediterránea. Así anunciamos la ciudad a nuestro entorno. Pero la fortaleza no está en un gran cartel amarillo que se vea bien al pasear a su lado. La fortaleza y la verdadera riqueza de los ciudadanos no se cultiva así, debemos sembrar en otros campos menos superficiales, especialmente con la mirada puesta en nuestros pequeños. Debemos abonarlos con la cultura, la educación, la tolerancia y el respeto, este último tan necesario. Muchas de estas cosas se han aprendido durante años en los libros y se seguirá haciendo por muchos más (espero), pero para que esto ocurra tienen que ser accesibles.

De este cometido se han ocupado durante 40 años las bibliotecas públicas municipales de nuestra ciudad, tanto la ‘Miguel Hernández’ como ‘La Paz’. Han hecho muy bien su trabajo, consiguiendo que sus usuarios  sean un elevado número de personas (familias enteras, entre las que me incluyo) que frecuentemente visitan sus instalaciones. Préstamos de libros, atención y asesoramiento, talleres, cuentacuentos, bebeteca, actividades y visitas de colegios… Todo esto y mucho más que no vemos realizado por profesionales que día a día se vuelcan con su trabajo porque les gusta y eso se nota.

Ahora en una ciudad como Villena, con más de treinta y tres mil habitantes y un núcleo poblacional alargado como tenemos, se va a cerrar una de las bibliotecas, concretamente la Biblioteca de la Paz, por tiempo indefinido y por falta de personal. ¿De verdad es tan difícil cubrir las bajas de personal que tienen? ¿Es totalmente necesario cerrar una biblioteca pública municipal que da servicio a muchísima gente? ¿Realmente se está haciendo el trabajo desde el ayuntamiento para mantenerla abierta?

Porque este problema no es nuevo, cuando el personal está enfermo o tiene una baja por enfermedad, maternidad/paternidad, etc., nunca se cubren estos puestos. Se revierte el trabajo en el resto de trabajadores.

Me parece muy injusto lo que va a suceder, porque creo que se podría hacer mucho más por mantener las instalaciones que trabajan para la ciudad, como gestionar las inversiones de modo que no acaben siendo luminosos de ‘fortaleza’ ni perecederas pinturas en un maltratado suelo de asfalto. Además debemos darle vida no sólo al centro de Villena, de la plaza de toros en adelante también vive gente que paga sus impuestos y que necesita y merece sus servicios igualmente.

No dejemos de leer y de vivir en nuestras (dos) bibliotecas las fábulas, mitos, poesías, cuentos y mucho más que encontramos en sus libros.

Y a quien corresponda, por favor, mantengamos lo que ya tenemos y funciona tan bien.

Por: M.H.G., una lectora empedernida.