Villena, José Antonio Primo de Rivera y el traslado a hombros de sus restos mortales en 1939 (y VI)
Murió fusilado el 20 de noviembre de 1936
otros hicieron presente a José Antonio a lo largo de cuarenta años en nombres de calles, iglesias, cruces y días de luto nacional. En Villena dos calles fueron rotuladas con su nombre: avenida José Antonio (Villena) y calle José Antonio (La Encina).
La avenida tuvo un par de placas de cerámica con su nombre y efigie, habiéndose conservado una de ellas para la historia de Villena gracias a don Pablo Castelo Villaoz (Museo del Botijo). Con la democracia y al cambiarle el nombre (Constitución), don Pablo se personó el día que las desmontaron y como las llevaban en una carretilla de escombro con un más que incierto futuro, las recogió y las montó en su Museo.
El BOE de 17 de noviembre de 1938 reconoció oficialmente la muerte de José Antonio y en su artículo segundo, podemos leer: Previo acuerdo con las autoridades eclesiásticas, en los muros de cada Parroquia figurará una inscripción que contenga los nombres de los Caídos, ya en el presente Cruzada, ya víctimas de la revolución marxista. Este es el decreto que provocaría la aparición de la lápida mural pintada que estuvo situada en el exterior de la Iglesia de Santiago, concretamente en la pared derecha conforme se mira a la puerta que da a la Plaza de igual nombre. Contenía una cruz negra, la frase Caídos por Dios y por España, el nombre José Antonio Primo de Rivera, la invocación ¡PRESENTE! y los nombres de los caídos nacionales en la Guerra Civil (tanto en el frente como asesinados en la retaguardia) más los de la División Azul; desgraciadamente no existía la propia del otro bando.
Entre 1972 y septiembre de 1975, la anterior lápida mural fue sustituida por una lápida de mármol negro con la misma filosofía, figurando obviamente José Antonio. Esta segunda lápida fue retirada en cumplimiento de lo dispuesto por el pleno democrático del 6 de julio de 1979.
Su nombre también figuró en la Cruz de los Caídos villenense. Su inauguración se produjo el 18 de julio de 1939 en el conocido poco después como Parque de los Caídos (en la II República Parque del 14 de Abril) y hoy Parque Ruperto Chapí, nuestro Paseo de siempre; su emplazamiento era más o menos el que hoy ocupa la escultura de Chapí. La Cruz estuvo en el paseo hasta 1947 debido a que como Antonio Navarro Santafé estaba haciendo el conjunto escultórico, éste debería ocupar el puesto de la Cruz; el conjunto fue inaugurado el 6 de septiembre de 1947, a las 12 horas. La Cruz, en consecuencia, días antes fue trasladada a la Plaza Rafael Herrero (antigua Plaza Canalejas y hoy Plaza de las Malvas), así denominada en honor del primer caído falangista villenense.
En su nuevo destino la Cruz fue levantada al fondo de la Plaza, ligeramente desplazada a la izquierda (donde hoy está el tobogán). En 1950 y siendo alcalde don José Rocher Tallada fue otra vez trasladada un poco más a la izquierda y hacia adelante, al producirse una remodelación del parque. Con la llegada de la democracia, el Pleno de 6 de julio de 1979 aprobó que se le retirasen las frases y símbolos franquistas, hasta que en 1982 fue desmontada y llevada al cementerio, que es donde hoy sigue, ya sin carga política de ningún tipo.
Recordar también al desconocido Grupo José Antonio; sobreviven cuatro bloques de los inicialmente construidos y están presididos por su correspondiente placa de 1972. Y finalmente a los cientos de placas con el yugo y las flechas joseantoniano que se fijaron en cientos de fachadas villenenses al amparo del Ministerio de la Vivienda franquista (subvenciones).
Al final del libro encontrarán los testimonios de personas que vivieron en primera persona el traslado: Concha Serrano Várez, Jerónimo Lázaro García (d.e.p.), Alfonso Esquembre García y Pedro Palo Llebrés (d.e.p.). Y otro testimonio es el de Francisco César Blanco Medina, funcionario del ayuntamiento presente en la retirada del monolito de la Corredera.
Por último me permito rescatar una filosofía de vida por boca de mi siempre admirado Nelson Mandela: El pasado es el pasado y hay que construir el futuro. Un cuarto de millón de muertos, amigas y amigos, nos contemplan.
José Vicente Arnedo Lázaro
Premio de Investigación Científico Humanística Fundación José María Soler 2013
Premio de Ensayo e Investigación Faustino Alonso Gotor 2013 Comparsa de Estudiantes