El alcalde y concejal de Hacienda, Francisco Javier Esquembre, ha informado sobre el estado de la deuda de la ciudad una vez cerrado el ejercicio 2016, a final del cual la Generalitat realizó un importante pagó que prácticamente permite saldar el total de la deuda de la plaza de toros.
Durante 2016, la Generalitat ha pagado a Villena 3.983.740 euros por la plaza, con un pago de 1.990.000 euros el pasado 30 de diciembre. De este modo, la Generalitat cumple los plazos previstos en el convenio de pago y solo queda pendiente por pagar 1 millón de euros previsto para 2017, señalaba el alcalde, mostrando su satisfacción al ver que Valencia cumple sus obligaciones a pesar de la infrafinanciación a la que la tiene sometida el gobierno central.
En cualquier caso, y como el dinero de la plaza ya lo adelantó el ayuntamiento en 2012 con el préstamo del Plan de Pago a Proveedores, el dinero recibido ahora pasará a mejorar el remanente municipal para el ejercicio 2017, explicaba el alcalde, señalando que con dicho remanente se saldarán completamente los 400.000 euros de deuda viva que le quedan al ayuntamiento, tanto del Plan de Pagos como de otros préstamos anteriores, y entraremos en 2018 con deuda 0. Al hilo de esto, explicaba que la legislación actual obliga a destinar una parte importante del remanente al pago de la deuda, pero como va a quedar zanjada este año, a partir de 2018, y tras varios años de apreturas económicas, dispondremos de más dinero para invertir en la ciudad, remataba.
Otras partidas pagadas
Al margen del pago de la plaza, la Generalitat ha pagado a final de 2016 otros 500.000 euros correspondientes a distintos conceptos, como programas de Bienestar Social, Fomento del Empleo, dinamización del comercio y el consumo o educación.
En definitiva, concluía Esquembre, ha sido un regalo de Reyes que, tras cinco años con problemas de liquidez debido al pago de la deuda y los intereses, nos otorga ahora una mayor solvencia económica y aumentar la capacidad de inversión en la ciudad. En este sentido, explicaba que gracias a esos remanentes podremos solventar cuestiones que quedan pendientes, como el parking de la plaza o el contrato del agua sin necesidad de repercutirlos en el presupuesto ordinario o endeudarnos de nuevo.
