Villena, ¿se anima?
Tomen aire. Comenzamos hablando del Cineclub Villena, no es para menos, ya que este año nos presenta una novedad que supera de largo cualquier propuesta de marketing realizada anteriormente: abonos que pueden ser utilizados para asistir a cualquier película de la Semana de Cine sin limitación en el número de personas que lo utilicen (incluso durante una misma sesión) ni de sesiones a las que se asista aunque sea para repetir el visionado de un mismo film, de hecho incluso pueden ser utilizados durante la programación habitual en caso de que después de la semana nos sobre algún pase. Iniciativa que sin duda animará a la compra de abonos y que repercutirá en la presencia y beneficio que el Cineclub aporta a la ciudad que para comenzar supone la única posibilidad de asistir a una sala de proyección.
Una única pega, la de siempre, referida a los veinte centímetros de separación entre las filas de butacas en el salón de la Casa de la Cultura, que ayudarían a fomentar todavía más la presencia de público en la sala y a suavizar la estancia de quienes la frecuentan.
Mención especial de igual modo merece el espectáculo que La Creativa nos ofrecerá mañana sábado. Resultado del trabajo realizado durante el Curso de Integración Artística que se realiza por cuarta vez en Villena para cuándo la Escuela Municipal de Teatro, continúo preguntando sin obtener respuesta, se presenta un trabajo elaborado por quienes integran el grupo de trabajo. Un grupo cuya labor no se ha limitado a la expresión dramática únicamente, como se puede entresacar del subtítulo del curso ya que busca la integración de las distintas artes en el proceso pedagógico así como en el trabajo de elaboración que lleva al resultado final, a la representación o acción, a la confrontación con el público. Del mismo modo que ocurre con el proceso que se ha llevado a cabo, en el que la diversificación de espacios donde desarrollar las acciones, la pluralidad en las técnicas y las formas es ineludible debido a la idiosincrasia del curso, el resultado final no se presenta en un espacio estanco ni con una linealidad en su estructura. Por ello quienes asistamos, que espero seamos exceso, deberemos recorrer distintos espacios y digerir las acotaciones escénicas elegidas por José P. Ortiz y sus colaboradores/as de un modo particular que nos sirva para concebir el efecto global. Cita obligada por tantas razones que prefiero abstenerme a continuar enumerando.
Finalizar la columna destacando el curso que una vez más impartirán Miguel Ángel Montilla y Rosana Díaz en el Teatro Chapí, encuentro que volverá a dejar a niños y niñas en la calle tal y como ha ocurrido en todas sus ediciones sin que nadie haya sido capaz de poner remedio.