De alguna forma podría decir que la pasada semana comenzamos el verano en Villena con un fin de semana completo y repleto de actividad. El pasado viernes noche en Villena lo dimos todo es un decir, la ciudad vibraba porque vibraban las calles. Las actividades anunciadas consiguieron expectación a lo largo de la semana, y llegada la noche todas las actividades se realizaron en medio de esa alteración que casi siempre justifica el éxito. Tres actividades paralelas con públicos inevitablemente solapados que a vista de cualquier visitante mostrarían una ciudad viva y coleante.
Por un lado la Asociación de Comerciantes ocupó buena parte de la Avenida de la Constitución con música, animación y con comercios abiertos ofreciendo importantes ofertas en su campaña Happy Night y con la participación de un grupo de músicos con actuaciones en distintos puntos de la ciudad. Más entrada la noche sería el Teatro Chapí y su propuesta ¡A la verbena Vecinos! quien animaría la noche veraniega con música en directo en la calle a cargo de la Big Band y la Banda del Conservatorio, y con una ambientación muy especial.
En el Espacio Joven entre tanto se realizaba a cargo del Barrio del Carril su I Festival de Rap, con participación de grupos locales y artistas invitados de relevancia que quisieron colaborar con la iniciativa. Buena acogida por parte del público juvenil que mostró la demanda de actividades de ocio pensadas para dicha franja de edad y dentro de unos horarios que también comprendan la franja nocturna. El Festival se desarrolló con agilidad y dinamismo, lo que permitió que un gran número de grupos pasaran por el escenario aportando cada cual su propio estilo, lo que dio colorido a la propuesta. Es de agradecer la participación de las concejalías de Cultura y Juventud en esta actividad, ya que a veces es el único modo en que una idea pueda convertirse en una realidad y, quien sabe, quizás crecer, tomar forma, consolidarse
Para cerrar un fin de semana cargadito, nos acercamos el domingo al II Concurso de Arroces que organizaba el Restaurante Miguel Ángel. Ya estuvimos en la primera edición pero entonces ciertos compromisos solo nos permitieron disfrutar del antes y el después del concurso. Fue un domingo distinto y divertido, lo que nos hizo repetir en esta nueva edición, corregida y mejorada. La lucha contra el sol que barre la plaza en estas fechas a esas horas pareció vencerse gracias al cambio de ubicación que nos acercaba a la sombra de los edificios colindantes al restaurante. El ambiente fue propicio y la compañía agradable, disfrutamos de una buena comida por un precio más que asequible y colaboramos con una iniciativa muy particular que ya forma parte del calendario de Villena.
