Villena se vuelca una vez más con su Morenica

Villena tenía ganas de Romería. Siempre las tiene. Y lo mismo da si venimos de sufrir dos años de cancelación por pandemia, si la Virgen ha visitado de forma excepcional la ciudad durante el año, con motivo del 550 aniversario de su aparición, o si celebramos la Romería con total normalidad.

Porque el caso es que no hay adversidad que frene la devoción de la ciudadanía de Villena por su patrona la Virgen de las Virtudes, y el pueblo se sigue volcando y participando de forma masiva en uno de los actos cívico-religiosos más queridos y esperados por los villenenses. Aunque amenazara una tormenta que finalmente no dejó más que cuatro gotas sobre los romeros.

Con el aperitivo del concierto de los Pasodobles, celebrado con una alegría desbordada la noche del viernes, y el remate de un Pasacalles que ha ganado un plus de emoción con el homenaje a las personas fallecidas durante este ejercicio, todo un acierto su inclusión en este acto, Villena hervía de sentimiento festero, un sentimiento palpable durante toda la mañana del domingo y que se desbordaba ya por la tarde, una vez finalizadas las comidas y sobremesas.

Desde primeras horas de la tarde, una multitud de personas tomaba la carretera de Yecla, donde los embotellamientos y las colas son inevitables dada la cantidad de personas que desean llegar hasta el Santuario. En cualquier caso, y como siempre, se ha habilitado un excelente dispositivo por parte de la Junta de la Virgen y el ayuntamiento para organizar un evento nada fácil, no en vano se cuentan por miles y miles los participantes en la esperada Romería.

Como es habitual, miles de villeneros, vecinos de la comarca y personas venidas de aún más lejos quisieron estar junto a su Patrona en tan señalado día, que se desarrolló sin incidentes y siguiendo el guión previsto. Tras la preceptiva Misa, que contaba con una asistencia igualmente multitudinaria, la Virgen de las Virtudes, a las 6 en punto de la tarde, salió a hombros de los ciudadanos camino de Villena. Delante de la imagen, una auténtica multitud abría una Romería durante la que no dejaban de escucharse cantos y vivas a la Virgen y al Niñico.

Se realizó la tradicional parada en la ermita de San Bartolomé para reponer fuerzas y nos encontramos con algunas personas y grupos que merced a la repetición de sus tradiciones ya forman parte del “paisaje” del día más esperado del año por miles de villeneros. El presidente de la Junta de la Virgen, Manuel Muñoz, mostraba su satisfacción por el poder de convocatoria de la Romería y se mostraba satisfecho con la total ausencia de incidentes de importancia durante la jornada.

Recibida por todo lo alto

Recibida la imagen en la iglesia de los Padres Salesianos –poco después de las 9 de la noche aproximadamente, tal y como estaba previsto– entre vítores, fuegos artificiales, salvas de arcabucería y rodamiento de banderas, y con la presencia de las autoridades políticas y festeras, la imagen, al son del Himno Nacional, fue introducida en la iglesia, donde se le cambió el cinto y se entonó una Salve en su honor.

Acto seguido, la Patrona continuó su camino, precedida por los arcabuceros de las catorce comparsas, a hombros de los ciudadanos, marchando a continuación las Camareras de la Virgen, las autoridades religiosas, las Regidoras Mayor e Infantil y la Corporación Municipal.

Durante su recorrido, acompañado por las bandas de música de la ciudad, la Patrona visitó el Asilo de Ancianos y la iglesia de las Monjas Trinitarias, finalizando la multitudinaria romería en la Iglesia Arciprestal de Santiago poco antes de las once y media de la noche, donde era recibida con el estruendo de los arcabuces, los sones del himno nacional y el fervor de los villeneros, que llenaban la iglesia y la plaza hasta la bandera.

La Virgen de las Virtudes ya preside nuestra ciudad desde su trono. Las Fiestas de Moros y Cristianos de 2024 ya pueden comenzar.

¡Felices Fiestas, Villena!