Desde que la Junta de Gobierno municipal rechazase el pasado 26 de agosto con los votos a favor de los concejales de PP y PSOE, la abstención del concejal de VCD Juan Richart y los votos en contra de Los Verdes haciendo valer la calidad del alcalde Esquembre Menor la propuesta que se aprobó por unanimidad en la mesa de contratación del día 22 anterior, la corrida de toros que debía celebrarse el día 7 de septiembre quedó sin posibilidades de organizarse, dando al traste además con el trabajo de muchas personas.
La situación es que el reglamento de uso y cesión de la plaza de toros prevé que para adjudicar la corrida del día 7, el Ayuntamiento deberá sacar excepcionalmente a concurso un pliego, siendo de libre adjudicación para el caso de que el festejo se celebrase el resto del año. Por otro lado el pacto de gobierno que formaron los tres partidos, garantizaba la corrida de fiestas y que esta podría permutarse por otra en otra fecha, pero para ambos casos se tiene fijada la cifra de casi cinco mil euros como alquiler del recinto.
El exiguo aforo de la plaza junto el pago de la tasa por el alquiler dificulta que los precios de las entradas puedan llegar a ser populares ni aun en el caso de los llamados festejos menores novilladas sin picadores, festejos de promoción, etc. y además parece obvio que en Villena no existe una masa social capaz de respaldar un festejo fuera de Fiestas.
Sin libertad
A todo esto se le añade el hecho de que los toros en Villena se hayan prohibido de facto, excepto para un solo festejo: el que decidan los miembros del gobierno. Por todo ello, varios empresarios consultados de los que se supone podrían presentarse para dar toros en la Feria del Campo o próximamente han manifestado a este periódico que no tienen la menor intención de ofertar espectáculo taurino alguno al Ayuntamiento de Villena en tanto en cuanto no exista una plena libertad para organizar corridas de toros sin cortapisas.
