Villena volvió a gritar contra la censura con el festival Fuck Censorship
La plaza de toros de Villena acogía el sábado la tercera edición de Fck Cnsrshp Festival continuación de la antigua fiesta de presentación del Aupa Lumbreiras, atrayendo a nuestra ciudad a miles de personas, que durante más de 12 horas seguidas disfrutaron de las actuaciones en directo de algunos de los grupos más representativos del punk-rock estatal.
Unas 4.000 personas venidas de toda España disfrutaron de un evento, organizado por la promotora Sufriendo & Gozando, que volvió a funcionar la perfección. La jornada transcurrió tal y como estaba previsto y el control del flujo de público en el coso y a la asistencia de unas 500 personas menos que el año pasado permitieron aumentar la comodidad de los presentes y ganar fluidez a la hora de facilitar los accesos y salidas así como la circulación dentro del propio recinto de la plaza, aunque en algunos momentos hubo ciertas aglomeraciones para entrar o abandonar el edificio.
Miles de jóvenes, y no tan jóvenes, llegados desde todos los rincones de España y algún que otro guiri tomaron Villena con autobuses o sus propios vehículos repartidos entre el parque del Mercado y La Constancia, el recinto ferial y el descampado que hay al finalizar el mismo y durante todo el día realizaran en la zona sus botellones, además de llenar los locales de hostelería de la zona, que vieron aumentadas sus ventas de manera notable durante toda la jornada.
Rock sin descanso
En lo musical, solo cabe destacar que con tanta variedad de grupos es difícil que alguien no se vaya satisfecho tras escuchar a sus bandas favoritas, en un evento que arrancó pasadas las dos de la tarde y se prolongó hasta pasadas las tres de la madrugada. Los sevillanos Gritando en Silencio abrieron el evento, ante un numeroso público a pesar de lo temprano de su actuación, para dar paso a uno de los momentos más entrañables de la tarde, la vuelta a los escenarios tras unos problemas de salud de Manolo Kabezabolo, que volvía a derrochar simpatía desde su particular filosofía vital.
A continuación tomaban el escenario la mítica banda vasca Parabellum, soltando una descarga de punk-rock que terminaba de caldear el ambiente para dejar sin respiro al respetable, que a esas horas ya llenaba prácticamente el coso, dispuesto a disfrutar del bloque central de actuaciones: el rock urbano de unos clásicos como Los Porretas, que nunca fallan, y el hip-hop mezclado con rap-metal de Def Con Dos, banda clarividente y reivindicativa como pocas y cuyo líder, César Strawberry, ha sido una de las personas que ha sufrido en carne propia el castigo por ejercer un derecho tan básico como la libertad de expresión.
La parte más cañera del evento venía del norte, con los metaleros navarros de Koma, de regreso a los escenarios tras más de seis años de parón, y la imparable apisonadora vitoriana de Soziedad Alkohólika, que se comieron el escenario como en ellos es habitual y volvieron a ser, una vez más, el concierto que más afluencia de público congregó durante su actuación. Y tras ellos, unos clásicos como los Reincidentes, que sobrados de repertorio fueron desgranando algunos de los temas más aclamados por el respetable como Vicio, Grana y Oro o Jartos de Aguantar que los han colocado, desde hace mucho, en lo más alto del panorama nacional.
Ponía la guinda al evento una banda de la tierra, Los Benito, que triunfaron una vez más con su rock & roll en estado puro y el compromiso social de unas letras pagadas de cercanía y sentimientos sinceros, letras que fueron coreadas al unísono por los miles de asistentes que resistieron dentro de la plaza hasta el último minuto.
En definitiva, otro gran festival en el que el público asistente lo pasó en grande, colaboró con una buena causa el guardarropas solidario de AMIF funcionó a pleno rendimiento y que nos deja con ganas de más. Afortunadamente el verano ya está en camino, y con él el plato fuerte: Leyendas del Rock y Rabolagartija Festival. Allí nos veremos.