Villena vuelve a la Edad Media y sus fronteras

Con una mañana despejada de nubes, pero con un viento gélido que obligaba a buscar el sol, el 25 de febrero a las 10:00 dio comienzo la recreación histórica que el Ayuntamiento de Villena preparó con motivo del 498 aniversario del Título de Ciudad, con la colaboración del Foro Cultural El Salicornio.

Este año la Edad media fue la elegida para ser mostrada a todos aquellos que se acercaron a la Plaza Mayor esa mañana. Mientras el escenario se preparaba se rodeó la Plaza mayor de Talleres, donde recreadores históricos explicaban al público que se acercaba a las diferentes mesas: Juegos de tablero de la Edad Media; el arte de escribir con una pluma; lo entretenido que es hacer cordones con los tenedores de lucet y la elaboración de cinturones de complicados dibujos realizados con hilos de colores, gracias al arte del telar de tablillas; y los más pequeños disfrutaron del juego del Kubb, donde dos equipos compiten para derribar al Rey del otro, además de aprender a chocar sus espadas y escudos disfrutando de la esgrima medieval.

El público pudo informarse en la carpa de Enotour sobre la oferta de las bodegas de nuestra ciudad, y la calidad de nuestros vinos. Y tal y como se hacía en la Edad media, una escoba colgada de la fachada de una carpa nos informaba de que en ese lugar teníamos una mujer que vendía y elaboraba cerveza, pudiendo los más curiosos enterarse de cómo las mujeres se convirtieron en elaboradoras de cerveza ya desde la antigua Mesopotamia.

También encontramos el rincón para la medicina donde los recreadores nos explicaban lo avanzado de la cirugía árabe, cuyas herramientas perviven hasta nuestros días y cómo el conocimiento de las plantas permitió a las mujeres salvaguardar la salud de los suyos.

Todo esto mientras paseaban entre el público y conversaban entre ellos caballeros del XI-XIII protegidos con sus cotas de malla y caballeros del XIV-XV cuyas armaduras de placas los hacían prácticamente invulnerables.

A las 11:30 una voz reclamó la atención del público en el escenario flanqueado por los gigantes de Don Juan Manuel y Doña Constanza. El maestro de ceremonias dio paso a las charlas de los recreadores armado con un implacable reloj de arena para que el tiempo de intervención fuera respetado.

Comenzó entonces el viaje para entender mejor la Edad Media: El vestuario de la época del Cid nos mostró cómo se vistieron durante siglos los cristianos en Europa; un médico árabe nos enseñó cómo el arte de la medicina ha pervivido hasta nuestros tiempos; una sanadora venida del pasado irrumpió en el escenario y nos dio algunos consejos para usar las hierbas como medicinas; siguió una niña que, reclamando su espacio en la historia, nos habló de cómo era su día a día.

Llegó entonces el momento de uno de los cuentos del Conde Lucanor, interpretado por actores de Villena y ataviados con ropa de recreación del siglo XIII. La obra encantó al público asistente y nos mostró que no importa los años que pasen, porque siempre habrá cosas que son universales y las moralejas de estos cuentos tienen ese don.

Fue el turno de la música y los asistentes disfrutaron de las voces a capella de unos recreadores que nos mostraron la música de las Cántigas de Santa María de Alfonso X.

Tras haber mostrado diferentes aspectos del día a día en la Edad Media, tocaba entender cómo un periodo de mil años sufrió un importante cambio en sus últimos trescientos años. Así que sobre el escenario subieron damas y caballeros de los siglos XII, XIII, XIV, XV para de un solo vistazo el público pudiera entender como se precipitó la baja Edad media hacia la Edad Moderna.

No se podía acabar el acto sin el nombramiento de un caballero para hacernos entender la frase que dice “Todos los caballeros son nobles pero no todos los nobles son caballeros”, puesto que el ser nombrado caballero implicaba un entrenamiento de años y un exhaustivo conocimiento de todo lo que implicaba ser caballero.

El acto debía acabar con el caballero paseándose a caballo para que el todo el público asistente reconociera que era un caballero y que lucía la heráldica de Don Manuel de Villena, el responsable de que Villena fuera la cabeza del Señorío. Pero las circunstancias hicieron que caballo y jinete no pudieran hacer ese paseo, terminando así el acto, dando por concluido el viaje de Villena a la Edad Media histórica.

Teniendo en mente el 499 aniversario del próximo año y el cada vez más cercano 500 Aniversario.

Queda ahora esperar para recordar este viaje en el tiempo, a los vídeos que pronto poblarán internet y que nos ayudarán a recordar por qué Villena consiguió un lugar de importancia en la (cada vez más iluminada) Edad Media.