Vivir el Mundial
Efectivamente, como todos ustedes habrán supuesto, esta semana se celebra el Día Mundial del Teatro. En este caso la elaboración del mensaje que generalmente escribe una reconocida (que no conocida, no nos engañemos) personalidad de las Artes Escénicas ha sido encargado al dramaturgo mexicano Víctor Hugo Rascón Banda. Sus palabras, dedicadas al mundo, nos dicen: Es necesario vivir el teatro para comprender lo que nos sucede, para transmitir el dolor que flota en el aire, pero también para vislumbrar un destello de esperanza en medio del caos y la pesadilla cotidianos. Con motivo de esta celebración, el Teatro Chapí nos ofrece mañana sábado La Belle Cuisine llevada a escena por la compañía Teatro del Velador. El espectáculo consiste en una comedia que traza una trama crítica con nuestra sociedad del consumo.
Y en vísperas de la celebración del Día Mundial del Teatro, cómo no, un hombre de teatro vuelve a ser noticia, aunque no se trate de una buena noticia. Tras haber conocido las manifestaciones realizadas frente al teatro Alfil y el intento de boicot en el mismo teatro mediante un mecanismo explosivo destinado al público y al espectáculo Revelación del cómico Leo Bassi, volvemos a tener noticias de su polémico artificio. En este caso nos llegó la noticia mediante el manifiesto que Juan Carlos Villacampa, Director Artístico del Festival de Teatro T+T, realizó tras conocer que se le retiraría aproximadamente un 50 % de la subvención para el festival sólo porque viene Leo Bassi a Toledo y porque aquí quien manda es la iglesia. Las declaraciones vienen provocadas por el comentario que realizó el Arzobispo de Toledo sobre el montaje de Bassi: La Revelación es un espectáculo blasfemo, anticristiano e insulta a la Iglesia. Esta actitud del Arzobispo, imagino que junto a algún hilo que se movió en las sombras, consiguieron que las empresas y organismos que apoyaban el festival retiraran su apoyo económico. En el mismo mensaje del director del Festival podemos conocer la reacción que ha desencadenado en el sector escénico: No consentimos que la influencia y presión de la Iglesia, a la que esta ciudad todavía se ve sometida, condicione la actividad cultural y teatral en Toledo, ya que ambos extremos constituyen ámbitos diferentes. Reivindicamos para los toledanos el derecho a disfrutar de su tiempo de ocio bajo su propio criterio y responsabilidad.
No entristece la reacción de la Iglesia y empresas nacionales contra la libertad de expresión, porque se trata de algo que no nos es desconocido. Alegra el apoyo de quienes creen en la libertad, en el arte y en el criterio y responsabilidad de cada individuo. Alegra ver que el Teatro no está muerto, que cuando se le pincha, es capaz de retorcerse y de morder.