Votar con mascarilla
No se me asuste, señora, que aún me duran los efectos sedantes de las vacaciones y no quiero decir por ahora que nuestros partidos políticos apesten. Todo lo más le invitaría a votar con lupa, porque con la ensaladilla de siglas que supuestamente van a presentarse a las próximas elecciones (PP, PSOE, LV, ¿CNA?, II, IU, UPyD, C´s
) habrá que hilar muy fino para distinguir entre arribistas, interesados, ambiciosos, oportunistas y personas decentes, que haberlas, haylas. O al menos eso espero.
Lo de votar lo decía, volviendo al principio, porque el pasado domingo se celebró una vez más el Día del Voto. Y lo de la mascarilla por el asqueroso olor que tuvieron que sufrir los votantes que fueron hasta el Santuario y los partidarios de la abstención que, como yo, nos quedamos en el pueblo sufriendo igualmente las putrefactas emanaciones del vertedero de Vaersa, ese regalo a los villeneros de nuestra bienamada Generalitat Valenciana.
Curiosamente, el Día del Voto no es más que el cumplimiento de la promesa que los villeneros de entonces hicieron a su Patrona por librarles de la peste, una situación que se reprodujo muchos años después con motivo de una epidemia de cólera que también diezmó la población de nuestra ciudad. En definitiva, la Morenica luchando contra la peste y venciéndola. Pero mucho me temo que en esta época de descreimiento generalizado nuestra Virgen ha perdido sus superpoderes, porque está visto que no puede con la peste de Vaersa, inmundas emanaciones procedentes de una planta donde se deposita a razón de miles de kilos diarios la mierda que nadie quiere, esa que llega hasta de Valencia y Castellón, por mucho que el piadoso conseller Cotino nos diga que no, que ya tiene guasa que un miembro del Opus infrinja con tanto rostro el octavo mandamiento.
Así las cosas, no nos va a quedar más remedio que tomar las calles y gritar bien alto que ya estamos hartos. La Morenica no sé si nos oirá y nos echará un cable (servidor, ateo practicante, piensa que va a ser que no) contra esta moderna peste del siglo XXI, pero por el contrario sí que nos tienen que oír alto y claro los políticos de nuestro Ayuntamiento, nuestra Diputación y nuestra Generalitat. Por eso hay que estar el próximo 7 de mayo en la manifestación convocada por la Plataforma por el Medio y el Entorno de Villena, para hacernos oír del todo, y dejar constancia de nuestra indignación por el vejatorio trato que estamos sufriendo los vecinos de Villena. Todos. Sin excepción. Así que no me vengan con que la plataforma está politizada ni tonterías por el estilo, porque la peste nos jode a todos por igual, seamos del PePe o de la Pepa, y porque todos nos beneficiaremos de una ciudad más limpia, con un aire más sano y con la desactivación de esa bomba de relojería que es Vaersa, un gravísimo problema que amenaza, y mucho, el futuro de Villena. Como en su día hicieron la peste o el cólera.