Vuelco mediático
No suelo frecuentar tales programas, pero en cuanto tenga un ratico voy a poner El Gato al Agua, en Intereconomía TV, para reírme un poco. Ver poniendo ojitos a Rajoy y soltando loas y alabanzas al PP a tipos como Eduardo García Serrano o Román Cendoya, a los que solo hemos conocido echando espumarajos por la boca contra el PSOE y ZP, va a ser un espectáculo digno de mención.
Y es que contra ZP se vivía mejor. De hecho, creo que las tertulias de Intereconomía se quedarán huérfanas, o cuando menos se convertirán en un insufrible coro de palmeros, tras unos años en que la tensión informativa se ha llevado a límites insospechados, pues durante el mandato socialista hemos visto nacer y crecer a grupos mediáticos que han radicalizado la información política y que han hecho de la crispación un arma para ganar seguidores y, de paso, amargarles la jubilación a nuestros mayores a base de soflamas, verdades a medias, España-se-rompe, han-sío-la-ETA y demás Apocalipsis.
Son Intereconomía, fundamentalmente, pero también el grupo Libertad Digital EsRadio del inefable Federico Jiménez Losantos (si bien es cierto que tras su despido de la COPE ha caído en el mayor de los anonimatos), o las tertulias de Veo 7 (El Mundo), Popular TV (la COPE) y la propia Libertad Digital TV. ¿Qué será de ellos sin ZP en la Moncloa y con un gobierno, el del PP, al que tendrán que dorar la píldora día sí y día también?
En la acera de enfrente la historia se vive al revés. Diluida Cuatro en el imperio de Mamá Chichos de Tele5 y Berlusconi, El País y Público, la SER y la Sexta, pasarán a ejercer oficialmente de oposición mediática, labor que los de Prisa en plena liquidación por derribo, por otro lado han sabido desempeñar muy bien contra Aznar, con grandes éxitos como No a la guerra o Nunca Mais, por no hablar de las manipulación post 11-M. Para el grupo mediático favorito de ZP, La Sexta + Público, esta situación es nueva, pues han nacido y crecido al calor del poder. La beligerancia contra el PP se les presupone, pero es bastante complicado que tengan la potencia de fuego suficiente para hacer mella en una mayoría absoluta de 186 diputados. Con la crisis como telón de fondo, tampoco es descartable el cierre de Público proyecto ruinoso desde su nacimiento o la quiebra de La Sexta, que puede acabar más pronto que tarde, vía fusión, en manos de Antena 3, con lo que acabaría integrándose Grupo Planeta mediante en la órbita mediática del PP.
Concluyendo, mal pinta la cosa para todos. Tanto para los medios de derechas, que van a perder punch y agresividad, como para los de izquierdas, que sin amigos en el poder van a notar, aún más si cabe, la terrible crisis económica. Eso sí, mientras caen, servidor seguirá disfrutando a diario con El Intermedio del Gran Wyoming, que con Mariano en la Moncloa nos va a hacer disfrutar lo que no está escrito.