¿Y ahora, qué?
A falta de conocer el resultado de esa posible impugnación que está estudiando el equipo de Manuel Pérez Fenoll, el Congreso provincial del PP nos deja un par de certezas y algunos deseos, los deseos personales de este humilde contemplador de la actualidad, ajeno al PP aunque preocupado por las consecuencias que su división podría acarrear para Villena.
Las certezas son dos: una, que a pesar de que Francisco Camps y la Generalitat han utilizado toda su artillería sin escatimar presiones y la utilización partidista de presupuestos públicos y medios de comunicación, José Joaquín Ripoll ha ganado. Y dos, que el PP alicantino se ha partido, puesto que Ripoll ha pasado de contar con el apoyo del 83% de los compromisarios, hace 4 años, a un exiguo 50% actual, que transforma su victoria en pírrica y le pone fecha de caducidad al último reducto del zaplanismo.
Entrando ya en el terreno de los deseos, me gustaría que Villena no se viera afectada por la situación. A pesar de lo publicado el pasado sábado, a toda portada, en la prensa provincial, las inversiones previstas para nuestra ciudad en 2009 plaza de toros, palacio de justicia, ampliación del hospitalico, etc. no corren peligro, puesto que ya están consignadas en los presupuestos autonómicos. Otro cantar será 2010 y siguientes, y por ello deseo que los problemas existentes en el seno del PP se resuelvan en el propio partido, porque no sería de recibo que los villeneros, que por fin vamos a recibir como una ciudad de primera la atención de la administración autonómica, sufriéramos en nuestro trasero una metafórica patada del President dirigida a Celia Lledó.
Igualmente, pero con más intensidad, deseo que alguien sensato dé un golpe en la mesa y la división de nuestro equipo de gobierno quede recluida en el ámbito interno, porque por más que de puertas para afuera se quiera transmitir una imagen de normalidad, lo cierto es que hay heridas que todavía están muy abiertas y les falta mucho para cicatrizar, si es que finalmente cierran. Con la que se nos viene encima en 2009, Villena necesita que su Corporación, y muy especialmente su equipo de gobierno, no se distraiga en batallas internas y personalismos, sino que concentre todos sus esfuerzos en sacar adelante sus proyectos, aproveche al máximo el Fondo Estatal de Inversión Municipal y continúe peleando por atraer inversiones, crear infraestructuras, diversificar la economía y generar empleo.
Sólo así, afrontando y sacando adelante los grandes asuntos, podremos volver a situar nuestra mirada en otras cuestiones que, eclipsadas por los flashes y los titulares grandilocuentes, parecen haber vuelto discretamente a su eterno segundo plano. Sin ir más lejos, en apenas unos días han fallecido José Leal Maya y Cristóbal Martínez, más conocido como El Totobija, en ese lento y funesto goteo de vidas arrancadas por la droga, la marginación y la mendicidad. No sé si asistimos, a causa de las últimas intervenciones policiales, a una adulteración de lo que se está vendiendo en el mercado de la muerte o, simplemente, a la consumación de unos fallecimientos largamente anunciados, pero el caso es que ahí están, o más exactamente, ahí han dejado de estar.
Por ello, y sabiendo que hoy mismo se va a dar un nuevo paso en la lucha contra esa lacra, deseo que todos seamos capaces de separar lo anecdótico de lo esencial, remando en una misma dirección y persiguiendo un único objetivo, seamos de Ripoll, de Fenoll, de Camps, de Beltrán, de Alarte o del Betis, como yo. Y por supuesto, les deseo una Feliz Navidad. Un abrazo a tod@s.