Testimonios dados en situaciones inestables

Y en el minuto uno del año 2000 me dije que ya no iba a tomar ni una copa más

Llevo sin tomar una copa desde el año 2000. Como te lo digo, tía. Tomé la última copa en el último minuto del año 1999, y en el minuto uno del año 2000 me dije que ya no iba a tomar una copa más en toda mi vida. He tomado refrescos, gaseosas, batidos, zumos de todas las clases, incluso de kiwi, tía, como te lo digo. Pero ni una gota de alcohol. Así es la cosa.
No, espera. Sí que me he tomado una copa desde el año 2000. Ahora me acuerdo. Fue en el cumpleaños de un tipo con el que salí unos meses en el año 2003. Sí, joder, claro, era aquel tipo que tenía un bar. No me acuerdo del nombre pero me acuerdo de que parecía una morsa porque tenía un bigote grande y unos ojos redondos y negros como sin fondo, un poco tristones. Me tomé una copa en su cumpleaños, qué le vamos a hacer; bueno, ahora que me acuerdo, fueron un montón de copas. Me pasé una semana borracha visitando bares y conociendo a tipos siniestros con los que tuve relaciones pecaminosas. Como te lo digo, tía. Pero te juro que desde que dejé de estar con el tipo del bigote ya no he salido con nadie. Desde 2003 sin meterme en la cama con ningún tío. Más de diez años sin que esto lo haya olido nadie. ¿Te parece un record? No, espera. Sí que me he acostado con un tipo después del año 2003. Cómo se me había olvidado. Fue en 2007, con un poli grandote y bonachón, padre de familia, que hacía la ronda por mi barrio. Me pilló pasando material prohibido, tía. Estaba sin un maldito euro y me puse a colocar algo para pasar la mala racha. ¿Te lo imaginas? Tuve que establecer una relación laboral con el poli de las narices. Y no era mal tipo. Quería a su mujer y a sus hijos con locura, en serio. Lo que pasaba es que tenía el problema de que era un poco viciosillo, ¿sabes?, de esa forma que da un poco de miedo, con esposas y tal. Pero después de arreglarle los bajos el jodido se ponía a llorar como un bebé, ¿te lo puedes creer? Tiraba mocos como platos de sopa. Al final me fui del barrio. Y te juro que ya no he vuelto a pasar ni a consumir. Desde 2007 sin probar una mierda, limpia como un váter de hotel de cinco estrellas. No, espera. ¿Te he dicho que no había vuelto a consumir desde 2007? Tengo una cabeza. En 2010 me pasé un mes roja como un semáforo de tanto meterme todo tipo de cosas. Mi padre tuvo un accidente de coche muy grave, y durante un día lo operaron dos veces e intentaron arreglarle lo que fuera que se le había roto por dentro. Te lo imaginas, ¿no? Yo no hacía más que dar vueltas por el hospital mientras lo operaban. Estaba de los nervios, y llamé a un número que aún tenía. Me puse hasta arriba de todo. Y encima me enteré de que en el mismo hospital estaba el conductor del otro coche, un niñato con cochazo que conducía haciendo el simio. Eso decían. Busqué la habitación, y en un momento que no había nadie me colé dentro. Estaba en la cama, con goteros, atontado. Cogí un jarrón de cristal que había allí y le di en la cabeza hasta que pareció un zombi, pero de los que ya no se levantan. Salí de allí disimulando y me largué. Pero desde 2010 no he matado a nadie, que conste. No, espera…

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