Últimamente, debido a la proximidad de las elecciones municipales y al proceso de elaboración de listas en el que todos los partidos están inmersos, mi mente ha estado jugueteando con una idea.
Atendiendo a los hechos constatables que han rodeado al Partido Popular durante toda la legislatura, y que le han obligado a ocupar el lugar que ahora ocupa, podemos observar cuántos frentes tiene abiertos esta formación política. Algunos irrelevantes de cara a los comicios venideros, pero otros poseedores de la mayor trascendencia electoral.
Y la duda que me asalta es: ¿Cuál es el perfil de los candidatos que deberán ocupar la futura lista electoral del Partido Popular? Seguramente habrá discrepancias con respecto a los rasgos de dichos candidatos, pero para mí el producto de ellos es muy claro: se buscan mansos corderos capaces de automatizar las órdenes que les lleguen del ganadero.
Analicemos:
Cuando Celia Lledó intentó imponer su voluntad exigiendo a sus concejales que apoyasen a su querido Ripoll, casi la totalidad de los mismos se le rebelaron. Pedrosa, Richart, Maripaz, Virtu, Adela, Oliva, Peralta y Abellán se mostraron ofendidos y violentados por la osadía de la lideresa del PP villenense. Toda una afrenta a los concejales que, gracias a su imagen (la mayoría) y a lo mal que lo hicieron sus antecesores en el cargo, lograron el triunfo electoral del que ahora se apropia Lledó.
Esto nos muestra que Celia ya tiene aprendida una importante lección, y es que deberá elegir colaboradores más sumisos y con pocas aspiraciones democráticas. Porque recordemos que es ella la que manda. O eso cree.
Y añado el eso cree porque, según las malas lenguas el bacalao no lo corta la señora alcaldesa, sino que algunos de sus concejales, o personajillos de confianza dirigen la parte más dulce del pastel. Otra de las razones que debería de impulsar a Lledó a buscar gente con menos iniciativa y más sumisa.
Aunque creo que la mayor de las enseñanzas que Lledó extraerá de su experiencia como alcaldesa de su ciudad, es que en Villena lo mejor es no fiarse de nadie. Aunque el hombre es el animal que jamás deja de tropezar con la misma piedra. Si no miren al PSOE local.
Fdo. Agustina Rodríguez Sánchez
