Apaga y vámonos

¿Y sobre el aborto no vamos a decir nada?

Tengo que admitir que, por más años que lleve siguiéndola muy de cerca, hay ciertos mecanismos de la política local que no acabo de comprender, como aquellos que llevan a los ayuntamientos –al nuestro y a todos– a intentar influir o condicionar, o no, las decisiones de administraciones superiores, como la autonómica o la estatal.
Todos recordamos casos en los que el Pleno de nuestro ayuntamiento debate y aprueba, por ejemplo, una moción exigiendo el fin de la pena de muerte en China, o un mayor control de las exportaciones de armas fabricadas por empresas españolas, o… Iniciativas loables, sin duda, que demuestran que por muy pequeña que sea nuestra parcelita en el mundo, no somos en absoluto ajenos a las grandes cuestiones que afectan al conjunto de la humanidad, aunque cierto es que no son pocas las voces –muchas veces las hemos escuchado en estas mismas páginas– que legítimamente cuestionan que un foro exclusivamente local y con unas competencias más que limitadas pierda su tiempo debatiendo y trabajando sobre cuestiones ajenas a nuestra ciudad y ante las que nuestro posicionamiento no pasa de ser meramente testimonial.

No admiten discusión, sin embargo, otro tipo de mociones que nos afectan directamente, como la aprobada hace unas semanas rechazando la eliminación de la unidad de Educación Infantil en el colegio Joaquín María López. Villena no tiene competencias sobre educación, pero esa decisión de la Generalitat afecta a nuestra ciudad y mucho, y por ello nuestro ayuntamiento recurre a toda la artillería administrativa a su alcance para intentar paralizar o minimizar los daños de tal decisión.

Con todo, aquí es donde me surgen las dudas a las que hacía referencia al principio. ¿Por qué sí ofrecemos una respuesta sobre cuestiones que nos afectan y, en cambio, no somos capaces de decir ni pío sobre otras decisiones que nos incumben igualmente? Seguramente habrá muchos casos, pero por ceñirme a alguno de actualidad, se me ocurre preguntar a qué espera nuestro ayuntamiento para manifestarse contra la impresentable Ley del Aborto que están guisando el progre Alberto Ruiz Gallardón y la Conferencia Episcopal española travestida de Partido Popular. ¿De verdad somos capaces de expresar nuestro desacuerdo con lo que ocurre en China y no vamos a hacer constar nuestro rechazo a un engendro que afecta directamente a nuestras vidas, y muy especialmente a las vidas de miles de villeneras?

En este sentido, y más allá de los movimientos de nuestro ayuntamiento, que en realidad no ha tenido tiempo material para llevar esta cuestión a Pleno, sí que he encontrado yo un silencio clamoroso en Villena, un vacío inexplicable e incomprensible que por más vueltas que le dé soy incapaz de justificar. ¿Hay luz en la concejalía de Igualdad de Villena? ¿Para qué sirve el Consejo por la Igualdad de nuestra ciudad? ¿Alguien piensa decir algo al respecto…?

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