Estación de Cercanías

Ya no creo en princesas

¡Algarabías y alborozo general! Letizia, Princesa de Asturias, será madre de nuevo, haciendo con ello padre al Príncipe y abuelo al Rey, hasta ahí todo normal. Pero no, no es el caso: desde ahora hasta mayo vamos a estar en estado de buena esperanza desde las aves en Fisterra hasta los monos en Gibraltar, humanoides incluidos. Todavía me dura el empacho de Leonor después de la tortura mediática a la que fuimos sometidos los españoles. ¡Por favor, un poco de misericordia!, que todas las que hemos sido madres sabemos de qué va el cuento.
Y claro, de nuevo el tema de la sucesión al trono, que es a todas luces discriminatorio primando al varón por encima de la hembra, circunstancia ésta que no debería darse ni tan siquiera con los siguientes en la cola con independencia de si es más o menos constitucional. Este debate debería estar solucionado desde hace ya mucho tiempo.

La pasada semana un artículo de El País describía cómo los futuros Reyes estaban moviendo fichas para garantizarse el consentimiento del pueblo español a seguir en el trono, pues no queda del todo claro si en nuestro país hay monárquicos o Juancarlista, cuestión esta harto importante para su futuro. Parece ser que el movimiento de fichas se está realizando a través de profesionalizar el real trabajo de Príncipes herederos. Todo muy técnico, muy cercano y mediático, muy del siglo XXI (comunicados oficiales vía SMS), para conseguir los resultados deseados.

Pero yo creo que la cuestión es otra. ¿Es verdaderamente necesaria la existencia de una familia de cuanto de hadas? ¿Es importante, hasta el grado de imprescindible, seguir manteniendo con una cuantía de 7,5 millones de euros anuales con cargo a los presupuestos generales, al trabajador oficial y a toda su real descendencia por los siglos de los siglos? (Luz, agua, viajes y mantenimiento del yate son costeados por todos al margen de la asignación). ¿Es adecuado en la actualidad que estos 1.248 millones de pesetas que salen del bolsillo común esté exentos de explicación alguna?

Son muchos los españoles, entre los que no me cuento, que envueltos en el ensueño se deleitan viéndoles veranear en Mallorca, esquiar por Baqueira Beret o regatear en el Fortuna, así como con todas las cenas de gala (con modelitos de estreno incluidos) a las que acuden los Borbones españoles. Y muchos también los que todavía defienden su papel en la sociedad a pesar “de”... Soy consciente de lo desconcertante que para muchos puede resultar el extraer de golpe estas peculiares figuras del panorama nacional (a las cuales no resto la importancia que la historia reciente les concede), pero del mismo modo, los monárquicos deben asumir que no todos los españoles estamos conformes con destinar parte de nuestro dinero al mantenimiento de este caro puesto de trabajo. Si como bien nos quieren hacer ver la institución Real es una labor de Estado, y tal labor ha generado unos seguidores afines que la defienden, deberíamos empezar a plantearnos si su mantenimiento y el de sus casas, palacios y bienes, que siendo del Estado se destinan a su uso y disfrute, debería estar financiado únicamente por todo aquel que lo quiera conservar como Institución Española de relevancia social. ¿Qué les parece otra casilla en nuestra declaración de la Renta? Iglesia, ONGS y Corona.

Y así, puesto que no podemos elegirles libremente, si podríamos ver reflejados los resultados de su trabajo de algún modo, y, con los resultados conseguidos, poder empezar a tomar decisiones con respecto a la idoneidad de su labor en los tiempos que corren y así poder adecuarla a la realidad sin el peso circunstancial que condicionó su vuelta al trono.

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