Testimonios dados en situaciones inestables

Yaaa sabe que no no sssoy Maaarlon Bra Brando ni Ssstephen Haw Hawkins

Yo no sssoy Syl Sylvester Stallone [empieza a desliarse lentamente la kilométrica venda que le oculta toda la cabeza salvo una estrecha rendija para la boca], y eeeso es algo que no ter terminaba de enten tender. No so soy Cli Clint Eastwood, ni Ra Rabindranath Taaago gore, ni Theodore Roo Roosevelt, ni Alejan jandro Magno, ni Winston Chur Churchill, ni William Sha Shakespeare, niii Chri Christopher Marlowe, ni Diego Arman mando Marado dona, ni Leonaaardo Da Da Vinci, ni Aristó tó teles, ni Mar Martín Luther Ki King. [Sigue desliando a velocidad pausada pero constante, y la fricción de la venda produce un sonido parecido a electricidad estática.]
No sssoy ningu guna de esas per personas ni tengo sus sus nombres, tan chulos y gra grandes que te llenan la la boca al decirlos. No te tengo ningu guno de esos no nombres ni soy e ellos, y es algo que no no terminaaaba de entender ni po podía asumir y que me llenaaaba de ma malestar y ra rabia y que me haaa llevado a re replantearme mis convic vic ciones religiosas y fi fi losó sóficas. ¿Pooor qué qué ellos sí tienen esos no nombres tan exu exuuuberantes y son qui quienes son, per personajes legeee gendarios, y yo tengo este nombre y soy qui quien soy? [Sonríe de una forma que quiere ser maliciosa, pero que se queda en mueca incompetente.] Ssseeguro que está miraaaandome la la boca mi mientras hablo y se si siente culpa pable sin saaaber por por qué. Le ocu curre a mucha geee gente. [Detiene el deslíe de la venda, y el extremo suelto le queda colgando desde el cogote por su lado izquierdo como un adorno extravagante.] Miiiran para o otro lado o o ponen ca cara de preeestar mu mucha aaaatención. Y eeeso es una hi hipocreeesía, porque yo nooo no sssoy Mi Miguel de Cervaaantes Saa aavedra , ni Maaarilyn Mon Monroe, ni ni nadie mííítico con un nooombre es especial y redon dondo, sssoy si simplemeeente na nadie con un un nooombre que pa parece una broooma; pero a a usted eeeso le tra trae sin cuida dado. Uuusted lo que qui quiere es veeer lo que hay de debajo de la veeenda. [Reanuda el deslíe con lento y gráfico estilo, como si danzara.] Usted yaaa sabe que no no sssoy Maaarlon Bra Brando ni Ssstephen Haw Hawkins, por su supuesto. Uuusted qui quiere veeer qué as aspecto tengo aaahora, despu pues de la o operación. Quiiiere a averigu guar cu cuál es miii plan, qué eeestoy tra tramando. ¿Y siii le di dijera que que habííía una saaalida tan tan senciiilla co como lóóógica? [La venda ya empieza a clarear, y la urdimbre deja entrever una superficie que parece moverse.] Cu cuando uuuno es nadie, el fu futuro es u una pá página en blaaanco, un li lienzo por piiintar. [Comienza las últimas vueltas de deslíe, y lo que empieza a verse es una cambiante y opalescente extensión de led digital que, a modo de pantalla, cubre exactamente toda la cabeza, cuya forma es aséptica y prototípica como la de los maniquíes, y en la que se ven a velocidad constante réplicas exactas de personajes famosos.] Ca cada seeer hu humano es so solo uuuna ventana; y al aaabrirla se veee el uuuniver verso. [Marilyn Manson, La Madre Teresa de Calcuta, Bob Esponja…] Veo que que iiintentas bal balbucear aaalgo. ¿Te gu gustaría ser la la siiiguiente?

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