Yo también soy Vicenta Tortosa
Se lo cuento para poner en antecedentes a quien estuviera algo despistado: Por si no lo saben, esta semana se ha montado un tremendo revuelo al publicarse en algunos medios que nuestra anterior alcaldesa, Vicenta Tortosa, ha sido imputada por un presunto delito de prevaricación administrativa al permitir el funcionamiento, supuestamente ilegal, de la planta de tratamiento y eliminación de residuos sólidos urbanos de Villena, que gestiona la empresa pública Vaersa, dependiente de la Generalitat.
Dicha denuncia fue presentada por la empresa Limpiezas Urbanas del Mediterráneo, propietaria del vertedero de las Cañadas de Elda, a la que se le acabó el chollo una vez Elda empezó a enviar sus basuras a Villena, tal y como establece el Plan Zonal de Residuos de la propia Generalitat.
Dicho así, con palabras tan feas como imputada y prevaricación de por medio, la cosa es para asustarse. Pero, a medida que uno se informa de lo que hay por detrás de titulares y destacados de prensa, comprueba que hay cosas que huelen muy raro. Para empezar, dicha noticia apesta de lo vieja que es. Para ahorrarles el ejercicio de hacer memoria, yo mismo les diré que el pedazo de notición que algunos nos han querido vender en enero de 2008 fue publicado por medios como Información y El Periódico de Villena cuando se produjo, es decir, en mayo de 2007. Esto es algo que pueden comprobar fácilmente en las hemerotecas digitales de ambos medios. Habrá que preguntarse entonces qué interés tienen algunos en traer de nuevo a primera plana lo que no es noticia, y para ello será inevitable caer en la cuenta de que dentro de poco más de un mes hay Elecciones Generales y Vicenta Tortosa es candidata al Congreso.
Con todo, y aun con 8 meses de retraso, la noticia sigue siendo cierta: Vicenta Tortosa está imputada y probablemente será llamada a declarar ante el juez que lleva el caso, lo que nos lleva a preguntarnos qué irregularidad pudo haber cometido la entonces alcaldesa, y ésta no fue otra que, según el denunciante, conceder a la planta de Vaersa licencia de apertura aún sabiendo que la misma no se ajustaba a la legalidad, ya que los accesos no estaban construidos tal y como requería el proyecto, y éste era un requisito obligatorio. Dicho en cristiano, el problema es que los camiones cargados con la mierda de toda la comarca (y de más allá) entraban y salían por un carril de doble dirección en lugar de entrar por uno y salir por otro. He ahí el presunto delito. Para desterrarla, ¿no?
Más si cabe porque Tortosa firmó la licencia faltaría más, que para eso era la alcaldesa, pero esta firma fue aprobada por unanimidad en Junta de Gobierno, es decir, contó con el visto bueno de PSOE, PP, Los Verdes, Izquierda Unida e Iniciativa Independiente, y encima con informes favorables de los técnicos del ayuntamiento. Por si esto fuera poco, resulta que dicha licencia, una vez aprobada en Villena, tuvo que ser enviada a la Generalitat, que fue quien dio el OK definitivo a la apertura de la planta, una apertura que la propia Generalitat había insistido en que tuviera lugar lo antes posible porque resulta que tiene un verdadero problema (a Villena se lo van a contar) con la gestión y tratamiento de las basuras generadas en nuestra Comunidad.
Así las cosas, quiero decir públicamente que yo también soy Vicenta Tortosa, es decir, que me considero imputado junto a ella. Y también creo que nuestra alcaldesa, Celia Lledó, debería salir a decir algo parecido, porque ella y el PP al completo también son, en este caso, Vicenta Tortosa. Y los Verdes. Y García Agredas. Y Rosario. Y hasta el señor Francisco Camps. Y Villena entera detrás, todos imputados y todos al juzgado cogiditos de la mano.
En mi pueblo hay un dicho para estos casos: Encima de cornudo, apaleado. Porque si encima de tener que tragarnos la mierda de toda la comarca, la región y donde haga falta, vamos a tener que aguantar que nos chuleen, que nos hagan construirle una autopista de entrada a la mierda (que debe ser gestionada por la Generalitat, no lo olvidemos) y nos van a llevar al juzgado por actuar de buena fe y por unanimidad, que venga Dios y lo vea.