Literatura

“¿Qué es el amor?” (Concurso de Relatos Breves San Valentín 2013)

Mi cabeza está hecha un lío. Es demasiada información. No sólo tengo que procesarlo todo, sino que además, quiero contrastarlo con la realidad, con mi propia experiencia. Y para esto no hay nada mejor que poner todas estas caóticas ideas escritas en papel. Una vez se perfilan las palabras, los pensamientos ya no escapan… es más sencillo trabajar con ellos.
¿Qué es el amor? Con esa pregunta ha empezado otra charla en el instituto, que ya presuponía aburrida, pues creía que íbamos a hablar sobre la manida violencia de género. Pero me equivocaba y me alegro porque me ha llamado la atención y por eso comienzo yo de la misma forma. ¿Qué es el amor?

Pensaba que a mis dieciséis años era una pregunta obvia, infantil… quien más quien menos hemos tenido no una, sino varias relaciones… Vale que no nos hemos casado, ni hemos convivido juntos, como los adultos, pero eso no significa que no hayamos descubierto el significado del amor. O eso, hasta hoy, creía yo.

Para mí el amor es o era, desear a alguien. Cuando veo al chico que me gusta, enseguida me pongo nerviosa, cambia la expresión de mi cara, de repente sonrío o lo que es peor, ¡me sonrojo! según indique la ocasión. Y nada de vuelco al corazón ni de mariposas en el estómago… lo que a mí me sucede es mucho más mundano, lo sé por biología, son los cambios físicos producidos por las dichosas hormonas que nos acompañan a esta edad. Pero yo me pregunto, entonces, ¿los mayores ya no se ponen nerviosos cuando ven a quien les gusta? Entonces, ¿el amor es igual al deseo? Me sigo liando, pero sigamos con el siguiente punto.

El deseo y la belleza están unidos, ¿o no? ¿Y la belleza y el amor? Creía o creo que lo importante era tener un novio atractivamente guapo… el que sea la envidia de todas mis amigas… siempre queremos estar con el tío bueno, aunque quizás no sea siempre el más recomendable como nos ha explicado hoy Juan en clase. La belleza, este tema tan importante en el amor, nos ha dicho que es subjetiva, que ni siquiera debemos buscarla en el interior, dice que eso son patrañas. La belleza de todos nosotros nos ha dicho que está en los padres, concretamente en las madres, que cuando nacemos no paran de decir que nosotros, sus hijos, somos los más hermosos. Por lo tanto, creo ya saber que la belleza está en la forma en que te mira el otro, aquel que te ama y te hace sentir bien, ¿verdad?

Dejando ya de lado lo más físico… espera, no he hablado del sexo. ¿Hay siempre sexo con amor? Claro que no, eso lo sabemos todos… no tiene por qué estar unido. Pero yo me pregunto, ¿puede haber amor sin sexo? Porque amor con sexo es evidente, aunque amor without love como dirían las canciones… ya no sé qué pensar. Para mí es indispensable que, tarde o temprano, una relación de pareja termine demostrando su amor con el sexo, pero ¿será el amor que yo siento auténtico amor? No sé, no sé… para eso estoy disertando hoy mientras debería estudiar filosofía, aunque quizás esto cuente, total, estoy pensando, y eso es lo que quiere el profe que hagamos.

Por último, no tengo más tiempo, y aquí podría estar horas… El respeto. Me ha llamado la atención que un punto importante, por no decir el que más, que trataba del respeto a la pareja y a uno mismo. No debemos caer en los apelativos cariñosos como “gordi” que tal vez nos hieran, ni debemos obligar al otro a hacer lo que no desee, ni debemos controlarlo. El respeto es muy amplio, pero creo que es un pilar básico en el amor. Me ha gustado cómo ha terminado la charla: una pareja no son dos mitades que se encuentran, cada una es un todo, y a veces, decide pasar su vida acompañada de otro.

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