Abandonad toda esperanza

2018, Año Frankenstein

Abandonad toda esperanza, salmo 642º
Hace unos meses dediqué una segunda columna al bicentenario de la publicación de Frankenstein con motivo de la aparición de un par de ediciones con la firma de Mary W. Shelley y el estreno de un film biográfico sobre su figura; pero no puedo dejar que termine este año que ya agoniza sin glosar otras tres referencias de gran interés relacionadas con el moderno Prometeo y su criatura, ambos paridos por la autora en 1818.

Empezaré por un volumen titulado como la novela en cuestión y de autoría colectiva, que al parecer surge del entorno de la Universidad de La Laguna: cinco de sus ocho autores son docentes de dicha institución, entre ellos el coordinador Gonzalo M. Pavés (su compañero en estas lides, Tomás Martín, es profesor de Filosofía en un IES de Tenerife). Por tanto, a este libro se le presupone un rigor académico que en efecto se manifiesta a lo largo de unos ensayos en los que sus autores se acercan a este clásico de la literatura fantástica desde disciplinas muy diversas: la Geografía Física, la Historia, la Filosofía de la Ciencia, la Historia del Arte o los Estudios Culturales y de Género, por citar algunos. Todos ellos son de sumo interés, aunque como es lógico me llaman especialmente la atención sendos textos dedicados a la relación de la novela original con el cine y el cómic. En el primero, Alicia Hernández Vicente repasa las distintas encarnaciones del texto primigenio a la gran pantalla, desde el seminal cortometraje producido por Thomas Alva Edison en 1910 hasta el Victor Frankenstein de 2015, deteniéndose sobre todo en las producciones de la estadounidense Universal en los años treinta y la británica Hammer en los cincuenta y sesenta, pero sin olvidar curiosidades como Lady Frankenstein, Blackenstein o La prometida y aproximaciones de realizadores tan variopintos como Mel Brooks, Paul Morrisey, Roger Corman o Tim Burton. Por su parte, el citado Pavés propone un estudio muy documentado y mejor escrito que analiza las representaciones icónicas del mito en ediciones ilustradas y grabados por parte de artistas como Theodor von Holst o Lynd Ward, así como en el territorio de la novela gráfica a partir de las versiones de Dick Briefer (un material que se está reeditando ahora, por cierto) hasta alcanzar las de Mike Plogg, Mike Mignola o Mark Wheatley; todo ello, claro, sin olvidar la indispensable versión llevada a cabo por el nunca suficientemente llorado Berni Wrightson. Al margen de todo ello, es de justicia señalar que el prólogo de este espléndido volumen corre a cargo del cineasta asturiano Gonzalo Suárez, quien con Remando al viento realizó la mejor aproximación fílmica al origen de la creación literaria de Mary Shelley.

Aquellas jornadas en la mansión a orillas del lago Leman en Ginebra que alquilaba un casi exiliado Lord Byron constituyen uno de los puntos neurálgicos de otra obra de no ficción que no merece pasar desapercibida, titulada Los Monstruos de Villa Diodati y donde Ricard Ruiz Garzón construye otro acercamiento multidisciplinar a esta cima de la narrativa gótica: echa la vista atrás para establecer un vínculo entre Frankenstein y el Drácula de Bram Stoker vía John W. Polidori, al mismo tiempo que efectúa un flashforward para emparentar al ser artificial de Shelley con los replicantes de Blade Runner; nos recuerda el vínculo existente entre la autora, su esposo Percy B. Shelley y el mismo Lord Byron con la estética del Romanticismo alemán e inglés del momento; narra lo acontecido a todos los citados alrededor de la lectura de la antología de cuentos de terror Fantasmagoriana; contempla la vida y milagros de Mary y antes la de sus progenitores y las proyecta sobre la obra de la primera (que incluye títulos como Mathilda o El último hombre) desde una perspectiva feminista y de género; y, por supuesto, no elude investigar dos campos artísticos como el cine o el cómic, por donde este autor barcelonés lleva transitando desde antaño. Porque lo que diferencia este texto de otras obras de temática similar (como la que les recomendaba en el párrafo anterior, sin ir más lejos) es que se trata de un texto profundamente subjetivo, más cercano a la columna de prensa de una firma de renombre que a un ensayo académico, y en donde Ruiz Garzón -que, ojo, tampoco es que renuncie al necesario rigor a la hora de contemplar una auténtica avalancha de referencias- engarza las biografías de Mary Shelley y sus personajes con la suya propia sin eludir pasajes que revelan su privacidad emocional más íntima. Un texto, pues, de carácter confesional que leí con suma delectación y que les recomiendo encarecidamente. En cuanto a la edición, como ocurre siempre con las referencias de Reino de Cordelia, merece señalarse que está exquisitamente maquetada e ilustrada en blanco y negro.

Y no puedo despedirme, ni siquiera que sea solo por el momento, de Mary Shelley y su criatura sin hacerles saber que uno de los mejores libros ilustrados que he leído este 2018 tiene a la primera por protagonista: Mary, que escribió Frankenstein es su título, y en él la escritora canadiense Linda Bailey y la ilustradora española Júlia Sardà nos proponen una inspiradora biografía de su personaje central, adecuada para lectores de cualquier edad, que arranca con una niña soñadora que aprendió a leer siguiendo el trazo de las letras talladas en la tumba de su madre, la pionera del feminismo Mary Wollstonecraft; y que presta especial atención, lógicamente, a su creación más celebrada desde que el séptimo arte la popularizara a lo largo y ancho de todo el mundo en la primera mitad del siglo pasado. Dos apuntes, relacionados con el hecho de que estemos ante un libro ilustrado: primero, que ambas autoras se merecen por igual el destacado en negrita: el trabajo (soberbio en todo caso) de cualquiera de ellas no se entiende sin el de la otra. Segundo, que no vale la pena que me extienda más en explicarles las múltiples bondades de una obra eminentemente visual; prefiero retarles a que se acerquen a una librería, lo ojeen y sean capaces de devolverlo a la mesa de novedades y no llevárselo a casa. Sinceramente, se me ocurren pocos regalos mejores -sobre todo para los más jóvenes- en estas fechas... Pero si quieren alguna sugerencia más, les emplazo a que visiten mi blog personal estos últimos días del año.

Frankenstein (Un mito literario en diálogo con la filosofía, las ciencias y las artes), Los Monstruos de Villa Diodati (Los espejos de Frankenstein) y Mary, que escribió Frankenstein están editados por Berenice, Reino de Cordelia e Impedimenta respectivamente.

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