PSOE

8 de marzo, Día Internacional de la Mujer (artículo PSOE)

Los logros conseguidos por las mujeres en materia de igualdad, durante los últimos 25 años, parecen ser menos sólidos y estables de lo que creíamos. Al igual que los derechos de los trabajadores y el derecho a una sanidad y educación públicas, gratuitas y de calidad, los derechos de las mujeres peligran en este momento de crisis financiera, en que nos intentan hacer creer que lo único importante es tener trabajo, y que las condiciones de ese trabajo, o asuntos como la igualdad y el respeto al medio ambiente, son secundarios, un lujo impropio de estos tiempos.
Quienes por costumbre han sentido rechazo por las feministas o por las medidas por la igualdad adoptadas por gobiernos del PSOE, pero que –como con todos los avances sociales que implanta la izquierda– han disfrutado de esos logros, confiadas/os en que no era necesario luchar por ello, deberían ser conscientes de que hay asuntos en los que siempre deberemos estar alerta, pues la igualdad legal no es sinónimo de igualdad real, ni está consolidada como un comportamiento natural.

La Ley de Igualdad de Rodríguez Zapatero se aprobó en 2007, poco antes de la llegada de esta crisis. Incluía medidas innovadoras como el permiso de paternidad para los varones, la paridad electoral y la obligación de negociar planes de igualdad en las empresas. Porque, como dice Michelle Bachelet, “la igualdad, solita, no se da; cuando hay tal falta de igualdad hay que tener políticas para corregirlo hasta que se produzca el cambio y la igualdad de oportunidades sea algo natural; entonces, no serán necesarias las cuotas”.

Los recortes del gasto público en políticas sociales repercuten especialmente en las mujeres, al ser las que más se ocupan del cuidado de los niños (guarderías) y de los mayores (dependientes). Parece cosa del pasado hablar de conciliación familiar cuando lo que peligra es el empleo. El miedo a perder el empleo hace renunciar a derechos: mantener el empleo, a pesar del salario, las condiciones laborales y las medidas de igualdad. Ese miedo es el que hace que algunos hombres y mujeres trabajadores no vean peligro en la Reforma Laboral planteada por Rajoy, y confíen en que puede generar empleo. Ese miedo, y la esperanza en que todo mejore, les impiden ver la pérdida de los derechos más importantes conseguidos hasta ahora.

Como dice la socialista Carmen Calvo, “¿qué podemos esperar de una derecha política que históricamente ha colaborado poco a la lucha por los derechos formales de igualdad de hombres y mujeres, que en estos últimos ocho años ha recurrido prácticamente todas las leyes de igualdad de género?”. Ahora también el PP quiere acabar con la práctica libre del aborto en las 14 primeras semanas para volver a una ley de supuestos, y ya están estudiando qué hacer con la píldora del día después.

Es importante no dar pasos atrás porque éste, el de la igualdad, es un camino lento. Y en nuestro país, donde empezamos tan tarde respecto a Europa, hemos dado pasos importantes. Se han creado Observatorios de Violencia de Género para vigilar esa realidad sangrante que causa más asesinatos por machismo que por terrorismo de ETA –cuando éste era una lacra. El que en España la violencia machista se situara en la agenda política como problema público, a diferencia de otros Estados, ha supuesto que desde 2006 se haya reducido la tasa de homicidios un 33%, según indica la magistrada y vocal del Poder Judicial Inmaculada Montalbán, que preside la Comisión de Igualdad y el Observatorio contra la Violencia de Género. Tenemos muchas muertes, sí, pero la sensibilidad de los gobiernos socialistas ante ello ha hecho que en este país sepamos cuántas. Aquí se cuentan las víctimas de violencia de género, a diferencia de otros países de nuestro entorno. Por eso es alarmante. Porque mientras muera una mujer porque un hombre no consienta que se salga de su ámbito de propiedad, habrá que adoptar medidas. Medidas que deberán ir enmarcadas en planes de igualdad. Sin esta perspectiva no es posible erradicar la violencia machista.

La rotundidad de la crisis financiera que atravesamos ha supuesto el recorte en presupuestos públicos en políticas de igualdad. No nos cabe duda de que Ayuntamientos, Diputaciones y Gobiernos central y autonómicos pasan por dificultades económicas. Pero pensamos que los gobiernos del PP están aprovechando esta situación para desmantelar estructuras de apoyo a las mujeres, que ellos consideran genuinas de la izquierda. Así, lanzan el mensaje contradictorio y cínico de hablar de interés por la igualdad, a la vez que destruyen servicios públicos, y se cierran casas de acogida para mujeres en riesgo y oficinas para atender a las víctimas de la violencia de género. Discursos de igualdad, pero no impiden que los medios de comunicación transmitan roles de dominio y una imagen sexista.

Este 8 de marzo es especialmente importante. En mucho tiempo no habíamos tenido tanto por reivindicar, tanto por hacer. Si parte de la sociedad española está perdiendo derechos y servicios, las mujeres acusamos más ese deterioro. Porque tenemos menor salario a igual trabajo; porque asumimos la crianza de los hijos, el cuidado de las personas mayores y el trabajo doméstico a pesar de trabajar fuera de casa. Porque muchas mujeres desarrollan su actividad laboral en la economía sumergida. Porque muchos hombres siguen creyendo que la mujer es de su propiedad. Porque un buen número de mujeres son víctimas de violencia sexual y de asesinatos.

Si en años pasados nos adormecían el bienestar y el consumo, ahora no debe adormecernos el miedo. Debemos recordar a los partidos políticos, a los sindicatos, a las instituciones, a los gobiernos, que el camino por la igualdad está inacabado, y que no estamos dispuestas a desandar lo que nos ha costado tanto esfuerzo.

Secretaría de la Mujer
PSOE. Agrupación Local de Villena

(Votos: 0 Promedio: 0)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba