A propósito del cómic
Abandonad toda esperanza, salmo 439º
El pasado mes de junio, y con la excusa del curso de verano que impartí en la Sede Universitaria de Villena, publiqué en esta casa digital una columna en la que recomendaba algunas obras teóricas recientes sobre el universo de la historieta. Créanme que nada me congratula más que el hecho de que apenas cinco meses después ya dispongamos de más de media docena de nuevos títulos que se suman a una bibliografía crítica y divulgativa que hasta hace bien poco era bastante exigua.
Hoy me propongo recomendarles algunas de estas obras, empezando por una que en realidad es del año pasado pero que no me gustaría que pasara desapercibida dado su descomunal interés: con Narraciones gráficas, Roberto Bartual se propone realizar un recorrido histórico por el arte de la narración mediante imágenes del códice medieval al cómic, tal y como especifica el subtítulo del libro. Así, partiendo de las pinturas de la Edad de Bronce hasta alcanzar la tan traída y llevada, por lo polémico de la etiqueta, novela gráfica, pasando por los grabados medievales, las tiras de prensa o el comic book estadounidense, el autor analiza con una lucidez y una claridad expositiva como se ven pocas veces de qué manera se han utilizado imágenes para contar historias desde los albores de la humanidad. El resultado es un ensayo brillante, que despeja dudas y proporciona herramientas para el análisis, y del que su responsable anuncia una continuación derivada de la misma tesis doctoral que el presente; un segundo volumen donde, una vez establecido el marco histórico y aclarado el espacio de actuación, se realizará un exhaustivo análisis formal del cómic como lenguaje. Lo espero con verdadera ansia.
Si leen el libro de Bartual y se quedan con ganas de más, una obra ideal para ampliar horizontes y encontrar ejemplos a mansalva de las posibilidades de la historieta como lenguaje narrativo es la Breve historia del cómic que nos propone Gerardo Vilches: un libro en formato de bolsillo, manejable pero completísimo (supera las trescientas páginas), ilustrado como corresponde, y que en su día me habría venido de perlas para la preparación del curso universitario mencionado. Yendo al grano, el autor reduce los antecedentes del cómic como tal a cuatro páginas y enseguida se sumerge en la prensa de finales del siglo XIX, con The Yellow Kid de Outcault como pistoletazo de salida para ese nuevo arte, el noveno, al que por fin se le empieza a hacer el caso que merece. A partir de ese momento, avanzando en el tiempo y saltando de un continente a otro cuando corresponde, Vilches no se deja nada en el tintero: los primeros manga, Tintín, EC Comics, Will Eisner, la factoría Bonelli y el desaparecido Oesterheld, los superhéroes de DC y Marvel, la BD europea, el cómic underground, Art Spiegelman... Momentos y figuras clave de la evolución de la historieta en un recorrido donde conviven Watchmen, Dragon Ball y El Víbora en igualdad de condiciones. Sin lugar a dudas, una de las lecturas más entretenidas de los últimos meses, y que resultará de lo más provechosa para todo aquel que quiera iniciarse en el mundo del cómic o bien confirmar lo que ya sabía o creía saber.
Con el fin de completar la oferta, Vilches incluye hacia el final de su ensayo un listado de cien recomendaciones; una suerte de canon personal, en orden alfabético, de títulos disponibles en España: de Adolf de Osamu Tezuka a Yo de Juanjo Sáez. Como ya sabrán, me fascinan las listas en general, y si son de películas o de cómics, más todavía. Por tanto, no puedo dejar de recomendarles que presten atención a la propuesta de Vilches, y de paso háganse también con el monográfico Jot Down 100: Cómics. Cien tebeos imprescindibles, en el que la redacción de la revista Jot Down realiza su particular selección y análisis crítico de obras que hay que leer para estar al día de lo que se cuece (y se cocía) en el universo de la narración gráfica. No faltan ni los incunables para especialistas (Little Nemo, Krazy Kat) ni los clásicos populares (Astérix, Mortadelo y Filemón), así como los bestsellers (Persépolis, Arrugas), la flor y nata de los superhéroes (de manos de Frank Miller y los británicos Moore, Morrison y Gaiman) o los clásicos contemporáneos de la novela gráfica (Jimmy Corrigan, Fun Home); a destacar, eso sí, la gran presencia (a mi modo de ver, más que merecida) del sello Vertigo de DC cuando vivía sus mejores momentos. Y por no faltar, no falta ni una entrevista con el autor español José María Beroy a modo de telonero de lujo. En resumidas cuentas: un monográfico que hay que leer sí o sí, disponible tanto en formato impreso como en digital.
Como sugería al principio, se han publicado otras obras además de las mencionadas. Pero estas las dejo para otra columna inminente, porque con los libros de hoy ya tienen deberes más que suficientes por el momento.
Narraciones gráficas. Del códice medieval al cómic, Breve historia del cómic y 100 cómics. Cien tebeos imprescindibles están editados por Factor Crítico, Nowtilus y Jot Down Books respectivamente.