La actualidad de la ciudad de Villena en los últimos meses e incluso años es recurrente: el centro de ocio, el parking, el soterramiento, los monos, el agua, la suciedad, etc. Según qué mes es uno u otro tema el que enciende la llama del enfrentamiento entre los ciudadanos porque, seamos sinceros, desde el equipo gobernante no se busca llegar a un consenso en ninguna de sus propuestas y así nos va.
Con el centro de ocio y el parking veremos qué sucede de aquí a mayo, porque pueden darse diversas circunstancias en la tramitación y no se sabe si el tripartito va a tener el tiempo suficiente para adjudicarlos. El soterramiento es más utópico que el marxismo y que me perdonen los pocos marxistas que quedan si se sienten ofendidos por la comparación. Los monos, si no llega Tarzán a tiempo para salvarlos, vendrán y se instalarán en su hábitat natural de Sierra Salinas. La suciedad, sobre todo la de los parques y jardines, es culpa del PP, ya que sólo se ocupaba del Paseo Chapí, Las Malvas, la plaza el Rollo y la del Mercado, pero gracias a la milagrosa actuación del dinero y la contratación por 6.000 euros al mes de una empresa, de aquí a las elecciones tenemos todos los parques de Villena más limpios que una patena; no sé si recordarle a Pastor (Antonio) que el PP hace cuatro años que no gobierna el Ayuntamiento y alguna responsabilidad deberá tener él de que nuestros parques y jardines estén hechos un asco.
Sobre el agua qué decirles que ustedes no sepan. Gracias a la actuación del gobierno socialista de la Nación y con la complicidad y sometimiento de nuestros gobernantes municipales, a su cambio de postura sobre la toma del agua del trasvase Júcar-Vinalopó me remito, vamos a recibir aguas fecales que no van a servir para acabar con la sobreexplotación de nuestros acuíferos.
Pero no era de esto de lo que yo quería hablarles, en realidad quería referirme al infame artículo que Rosa L. Avantis nos ofreció el viernes pasado. En su deposición, la señora o señorita Avantis hacía un ataque furibundo a Andrés Martínez, presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, sin tener la valentía de nombrarlo ni una sola vez. No hace falta que yo desde aquí abogue por la labor del señor Martínez, pues no me cabe la menor duda, y a los villeneros tampoco, de que él sí ha defendido a los regantes, a los regaores, a los agricultores, a Villena y al Vinalopó en general, y no nuestra alcaldesa, sus concejales y mucho menos los señores Moragues, Pastor (Enrique) y Marugán. Este último estuvo por aquí el pasado lunes y no le escuché ninguna mentira. A lo mejor es que no habló. Las últimas veces que había aparecido por Villena o por sus alrededores había sido para deleitarnos con sus datos falseados, como bien se le ha demostrado desde este periódico, y para insultar al señor Martínez de una forma mucho más directa que la empleada por Avantis.
Rosa, en su artículo, dice una cosa que es cierta: que el agua del Azud de la Marquesa no va a servir para el consumo humano. La misma Rosa se había personado no hace mucho por allí y vio peces y patitos paseando y vio un agua límpida y cristalina que supongo no se atrevió a beber. Imagínense ustedes cuál va a ser la calidad del agua que va a llegar si los que la van a traer empiezan a reconocer que no vale para casi nada. Vaya tela, que diría mi amiga.
