Aguas del Júcar modificará el trasvase para aprovechar las avenidas del río
Aguas del Júcar, la empresa pública encargada de diseñar y construir el trasvase Júcar-Vinalopó, proyecta incluir en el proyecto definitivo de la infraestructura algunas variaciones que permitan incrementar el volumen anual de las transferencias hídricas a las comarcas del Vinalopó. Según pudo saber ayer este periódico de fuentes próximas al proyecto, entre las alegaciones que va a recibir el anteproyecto figura una elaborada bajo la supervisión de la Universidad Politécnica de Valencia en la que se cuestiona el límite máximo de 80 hm3 anuales con el que se ha diseñado inicialmente la infraestructura y se aportan soluciones para incrementar esta cantidad aprovechando los caudales punta del río que se suelen producir cada vez que hay un episodio de lluvias torrenciales.
Fuentes consultadas por este diario explicaron que la contestación social iniciada a raíz de las dudas que ofrecía en la Ribera la disponibilidad de caudales en Cortes para transferir caudales al Vinalopó hizo que nunca se considerara la posibilidad de enviar más de 80 hm 3 /año. Se llegó a especular incluso con estrangular el tubo en algún punto del trazado para impedir que incluso trabajando los equipos 24 horas se pudiera enviar caudales por encima de esa cifra tope. Según dichas fuentes, el anteproyecto, que se encuentra en la fase de consultas a afectados e instituciones que finaliza el próximo 31 de enero, es «heredero» de esos planteamientos.
Sin embargo, una vez definido el emplazamiento en el Azud de la Marquesa y «garantizadas así las demandas de la cuenca baja del Júcar y las necesidades ambientales del río», aseguran, nada impide desde un punto de vista político y «conceptual» mandar al Vinalopó los sobrantes disponibles en cada momento para hacer realidad «una media interanual de 80 hm3». «Se trata de no despreciar el agua que puede traer el río en una época de lluvia porque a lo mejor en los meses siguientes no hay tantos recursos disponibles o hacen más falta en otro sitio, de modo que las modificaciones que se introduzcan en el proyecto contemplarán incrementar la capacidad de bombeo o el volumen de los almacenamientos intermedios», explicaron. Si finalmente se consigue garantizar para el tramo final del Júcar un caudal ecológico de 4 metros cúbicos por segundo, por el Azud de la Marquesa pasarían cada año un mínimo de 126 hm 3, al que habría que descontar al menos un metro cúbico por segundo para renovar el cauce aguas abajo del azud (31,5 hm 3 /año). En teoría el «excedente» sería de 94,5 hm 3. Pero esta teórica holgura hay que matizarla con una limitación: las máquinas no pueden trabajar todos los segundos del año, por lo que hay que diseñarlas por encima del caudal teórico trasvasable, lo que permitiría también aprovechar episodios en los que el caudal del Júcar crece espectacularmente por las lluvias. El nuevo plantemiento pretende aprovechar estas coyunturas mediante una de las dos opciones en estudio o con una mezcla de ambas: aumentar la capacidad de las balsas de bombeo intermedias o utilizar el embalse de Bellús, próximo al trazado, como plataforma de regulación de los caudales extraordinarios.
Retranquear la toma para reducir la salinidad
El anteproyecto de la Conexión del curso bajo delJúcar con el tramo V de la nueva conducción Júcar-Vinalopó, aprobado el 1 de diciembre por Medio Ambiente, ya contenía algunas variaciones sobre el que presentó Aguas del Júcar y todo apunta a que habrá más cambios hasta su aprobación definitiva, e incluso después de adjudicarlo, si así lo determinan los estudios de impacto ambiental o si se evidencia que las modificaciones propuestas suponen mejoras sustanciales. Además del incremento en la capacidad no se descarta un retranqueo de la toma prevista inicialmente en el Azud de la Marquesa hasta un punto situado justo antes del gran meandro del Júcar para reducir la salinidad del agua.
Autor: J. Sierra
Fuente: Diario Información