PSOE

Al parecer el agua no era para todos

Camps y Valcárcel han encontrado un anclaje para conseguir reclamar lo que no consiguieron en su partido: el trasvase del Ebro que no han puesto en su programa. El Boicot de Camps a las desaladoras de Torrevieja y Alicante II deja sin agua a 60.000 regantes murcianos. Camps tiene una oportunidad de explicarle a los murcianos por qué antepone su estrategia electoral a las necesidades hídricas de los regantes.
El PP está utilizando las necesidades de abastecimiento de más de 5 millones de personas para hacer una política partidista y demagoga. Rajoy debería pronunciarse sobre esta medida puntual adoptada, proponer otra solución si no está de acuerdo y luego hablar de política de agua, sobre la que el Gobierno está dispuesto a negociar. El PP haría bien en abandonar su política de agitación social en relación con este asunto. La cesión del agua desde el Ebro a Barcelona a través de una tubería es una solución temporal que comenzará a aplicarse a partir de octubre y hasta el 1 junio de 2009, cuando entre en funcionamiento la desalinizadora de El Prat. Se trata de una medida excepcional para resolver una situación de emergencia y limitada en el tiempo. Cuando esté en funcionamiento la desaladora que abastecerá Barcelona se cerrará el tubo de conducción.

La solución adoptada es "idéntica" a las emprendidas por el Gobierno en los últimos cuatro años en Almería, Alicante y Murcia. La infraestructura no será desmontable y se aprobará un Real Decreto que modifique la ley que establece la interconexión del Ebro a Tarragona a fin de que se amplíe la delimitación territorial de dicha conexión a Barcelona. No se trata pues de un trasvase sino de una derivación de uso, es decir, la cesión de derechos de los regantes del delta para consumo humano a través de la prolongación del mini-trasvase ya existente del Ebro a Tarragona mediante la construcción de una tubería.

La fórmula elegida para abastecer a Barcelona es una copia de la que se ha utilizado en beneficio del Júcar y del Segura comprando los derechos de los regantes de Castilla-La Mancha. De la misma forma se va a actuar con el Ebro, de donde no saldrá ni una gota más de las que ya tienen en uso los regantes.

El PP no puede negar a Barcelona lo que ya tienen la Comunidad Valenciana y Murcia. Es incomprensible que se opongan a que se utilice la misma fórmula que ha garantizado el suministro de agua en los hogares valencianos. Al Gobierno de la Generalitat Valenciana le han venido muy bien las históricas inversiones que ha realizado el Gobierno de España para paliar los efectos de la sequía en la Comunitat, por lo que su reacción es desagradecida y desleal. Camps ha sido y es el principal obstáculo para que nuestra Comunidad tenga agua para siempre.

Los socialistas estamos todos de acuerdo en solucionar los problemas de abastecimiento en Barcelona tal y como se ha hecho en la Comunidad Valenciana y Murcia. Se trata de las mismas medidas de urgencia con las que el Gobierno de España ha evitado que se produzcan cortes en los suministros de agua doméstica para las poblaciones de la Comunidad Valenciana y Murcia, en las que no ha faltado agua en ningún hogar desde que gobierna el PSOE. Así lo manifestaron ayer en la reunión mantenida en Ferraz entre los responsables de las federaciones socialistas de Andalucía, Aragón, Castilla La-Mancha, Cataluña, Murcia y Comunitat Valenciana y la Secretaria de Medio Ambiente de la Ejecutiva Federal del PSOE, Soraya Rodríguez.

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