Tenis

Alcaraz derriba a Medvedev y defenderá el título en Wimbledon

Cuando se sacude los nervios de encima, se convierte en una bestia competitiva que destroza todo lo que se pone en su camino

Cuando Carlos Alcaraz se sacude los nervios de encima y reacciona ante el aviso de ponerse en serios problemas, se convierte en una bestia competitiva que destroza todo lo que se pone en su camino. En este Wimbledon está siendo una constante conceder ventaja al rival, pero nunca ha dejado de demostrar que tiene la marcha precisa para revolucionar el juego a su favor. Rozó la eliminación con Frances Tiafoe, lo pasó mal contra Tommy Paul, pero acabó arrollando.

También hubo apoteosis en la semifinal. No fue el triple 6-3 de la edición pasada, pero Alcaraz, 21 años y nº 3 mundial, acabó derrumbando el muro del ruso Daniil Medvedev, 28 años y nº 5. En cuanto se aposentó en la central, la trituradora se puso en funcionamiento: 6-7 (1-7), 6-3, 6-4 y 6-4 en 2h.55'.

No lo celebró excesivamente. Su trabajo no ha concluido. No ha venido para premios de consolacion. El campeón defenderá título en la final del domingo, a las 15:00 horas, reencontrándose con el siete veces vencedor serbio Novak Djokovic o el novato italiano Lorenzo Musetti. Roza la gesta Alcaraz, tiene tanta trascendencia su recorrido que ni él se puede librar de la tensión del momento.

En su cuarta final de Grand Slam, y se impuso en las tres anteriores (US Open 2022, Wimbledon 2023, Roland Garros 2024), aspira a ser el noveno profesional que revalidad corona en la hierba del All England Club de un año a otro, sólo el decimotercer tenista de todos los tiempos que encadena los éxitos de Roland Garros y Wimbledon.

Cómo no acusar nervios saliendo a la 'Catedral' con tanto que conquistar. Sin olvidar su juventud, 21 años. Todo va muy rápido con Alcaraz, que hizo una de sus peores horas de saque, metiendo únicamente un 38% durante muchas fases del mismo, cuando su media es del 65% y acabó co un 57%. Pero recuperó un 1-3, un 2-4 y un 4-5, 'break' abajo. Con chispazos ponía en peligro a un Medvedev que lo devolvía todo, que en el 'tiebreak' obtuvo la recompensa a su mayor solidez. Un 7-1 rotundo.

Aunque el moscovita se había jugado la descalificación en el noveno juego. La jueza de silla griega Eva Asderaki-Moore cantó doble bote cuando devolvió la dejada del murciano. Era el 'break', el 5-5. E insultó ('que te jodan, pieza de mierda') a la árbitra, que consultó con los supervisores del torneo qué hacer ante la gravedad del insulto. Quedó en un aviso, lo más leve para Medvedev.

Lo más grave lo sufrió después. Él había llegado prácticamente a su tope, mientras que el nivel de Alcaraz había sido bajo para sus posibilidades. El pupilo de Juan Carlos Ferrero empezó a mejorar, y enseguida lo testificó en la pista. Hubo un par de golpes de los que ponen en pie a los aficionados, con los que interconecta para encenderse definitivamente. En un suspiro, remontada: tras el 6-7, 6-3, 6-4.

Revolucionada la contienda, no falló en el remate. Alargó más de la cuenta el desenlace porque le encanta adornarse y además Medvedev no regala nada. Sigue obligando a que el rival selle por su cuenta, no gracias a él. Muy superior, el murciano disputará su decimonovena final profesional: se ha impuesto en 14 de 18, 2 de 2 en hierba.

Con su cuarta en Grand Slam, iguala a Manolo Santana. En el tenis masculino ya sólo queda por delante Rafa Nadal, que jugó 30, 5 en Wimbledon.

Está 2-3 con Djokovic, verdugo en Cincinnati y ATP Finals después de ser destronado en Wimbledon, domina 3-1 a Musetti, a quien ha ganado los últimos tres. No hay referencias en césped.

(Votos: 0 Promedio: 0)

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