Alcaraz pierde con Medvedev, pero se gana a Wimbledon

No era imposible, pero sí muy difícil que Carlos Alcaraz ganara a Daniil Medvedev este jueves en la segunda ronda de Wimbledon. Porque el ruso es el número dos del mundo y él una perla de 18 años, lustrosa, pero aún por pulir. Lo que consiguió el murciano de 18 años es ganarse al público que asistió a la pista 1, la segunda más grande del Grand Slam británico. Y eso a su rival le sentó a cuerno quemado. De hecho, hizo gestos feos al ganar con esfuerzo el primer set y cuando Charly le rompió el saque por segunda vez en el inicio de la siguiente manga. Al final ganó Medvedev con holgura (6-4, 6-1 y 6-2 en 94 minutos), pero la gran ovación se la llevó Alcaraz.

"Es un jugador increíble que me ha sorprendido en el primer set. Estoy seguro de que Carlos estará no muy tarde en el top-10. Es un tenista muy especial que está jugando sus primeros partidos en Grand Slam y ganando en Australia y Roland Garros... Yo en mi primer Grand Slam no gané ni un partido", reconoció el ruso con deportividad sobre un oponente que tuvo el mérito de romperle dos veces el saque en un día muy inspirado de Medvedev en ese aspecto (sólo perdió tres puntos con primeros).

Además, el futuro del tenis español dejó destellos de calidad en la red, zona en la que cada vez demuestra tener mejor mano, y se soltó con algunos golpes planos notables. A pesar de sus errores, la gente le apoyó sin cesar, porque vio algo en él que no se aprecia cada día en el circuito entre los chavales de su edad. Y volverá más fuerte. De momento, se irá de Londres cerca del top-70.

"Me entraron unos nervios por encima de lo normal"

"No he pensado aún en lo que he hecho bien o mal. He estado dándole vueltas, cabreado, así que no puedo sacar cosas positivas. Sobre todo, que debo aprender a ser más regular. Este tipo de jugadores te juegan a una intensidad muy alta", explicó Alcaraz, que agradeció las palabras de Medvedev. "Me alegra que los mejores de jugadores digan eso de mí. Significa que estoy haciendo un buen camino". Sobre el apoyo de los espectadores, el español se mostró "muy agradecido". "No es fácil jugar contra el dos del mundo en la pista 1. Le deseo mucha suerte, lo mejor".

Carlos no ocultó que le había sobrepasado un poco el escenario: "Si te digo que no me ha impresionado te mentiría. Antes de salir a la pista estaba tranquilo, pero al entrar me han entrado unos nervios por encima de lo normal. Me ha costado manejarlos en los primeros juegos. Al final todo te genera muchos nervios y es lo que me ha pasado a mí".

Y saca conclusiones que le vendrán bien para su carrera: "Esto es parte del aprendizaje, jugar en este tipo de estadios son experiencias que hay que vivir. Jugar aquí es un paso de gigante que he dado en mi proceso. Me ayudará mucho de cara al futuro y la próxima vez que juegue podré enfocarlo de otra manera. Ya sabré qué es pasar por esto y sabré gestionar mejor los nervios".