Abandonad toda esperanza

Alicante negra

Abandonad toda esperanza, salmo 413º
Estamos en mayo, y como cada mayo desde que esta publicación y esta columna existen tengo que hacerles saber que se celebran las nuevas Jornadas del Género Negro de la Universidad de Alicante, que no por casualidad se llaman Mayo Negro y que dirigimos a cuatro manos el verdadero impulsor del proyecto, el escritor y periodista Mariano Sánchez Soler, y un servidor. El evento en cuestión abarcará cuatro días, del miércoles al sábado de la semana próxima, en los que practicaremos el sano ejercicio de la divulgación distendida de un género que ha dado a la literatura y el cine varias obras maestras incontestables.

En esta ocasión cumplimos diez años, una cifra redonda que alcanzamos contra viento y marea (téngase en cuenta que estaremos en la Sede Universitaria, frente al puerto) y a pesar de los inevitables recortes provocados por una crisis que parece creada ex profeso para amenizar un festival sobre novela políciaca como el nuestro. A la hora de preparar la celebración de tal efeméride, hicimos recuento de los que ya habían pasado por aquí en las ediciones pasadas para comprobar si nos faltaba alguno de los nombres fundamentales de la novela negra española; y nos salió que, ciñéndonos solo a la cantera patria, ya habían concursado autores como Juan Ramón Biedma, Alejando M. Gallo, Alicia Giménez Bartlett, Francisco González Ledesma, Fernando Marías, Andreu Martín, José Luis Muñoz o Lorenzo Silva. Enseguida echamos en falta a dos: Manuel Vázquez Montalbán y Juan Madrid. Y teniendo en cuenta que el primero falleció en 2003 (un par de años antes de que arrancara esta aventura de Mayo Negro), y que él mismo llegó a decir aquello de "los escritores de novela negra en España somos tan pocos, que Juan Madrid es uno de los dos", la elección estaba más que clara.

Efectivamente, el plato fuerte de esta décima edición será la visita de Juan Madrid, que junto a David C. Hall y el propio Sánchez Soler inauguró la presencia de actos centrados en la novela negra en la Universidad de Alicante unos años antes de que Mayo Negro se constituyera como tal; pero dado que el creador de personajes memorables como Toni Romano o Flores el Gitano (¿recuerdan a Imanol Arias en la serie Brigada central?) es un clásico vivo del género que sigue en plena forma, queríamos que volviera para protagonizar un encuentro en exclusiva como se merece. Lo de la plena forma lo demuestra su última obra, Los hombres mojados no temen la lluvia, que ha obtenido el Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, y donde el escritor malagueño, lejos de relajarse y vivir de las rentas -como haría la gran mayoría en su situación-, ofrece un relato vibrante y poderoso, tan lírico por momentos como cruento y desagradable en otros, acerca de la corrupción y la doble moralidad y con la presencia de la mafia calabresa en nuestro país (con Alicante como uno de sus principales focos) como telón de fondo.

El encuentro con Madrid será el jueves, y al día siguiente tendremos a un escritor de nuevo cuño -de momento solo ha publicado dos novelas- pero con una larga trayectoria de crítico literario y divulgador del género a sus espaldas: José Ramón Gómez Cabezas dirige en la actualidad Novelpol, la Asociación de Amigos de la Literatura Policial, y colabora regularmente con publicaciones especializadas. Pero no contento con ver los toros desde el otro lado de la barrera, salta al ruedo y se descuelga con una serie policíaca ambientada en la Ciudad Real, su tierra natal, de comienzos del siglo pasado y protagonizada por Joaquín Córdoba, un joven periodista que ejerce de investigador la mayoría de las veces por obligación más que por devoción. De esta serie, cuya última entrega se titula Orden de busca y captura para un ángel de la guarda y que podría considerarse representante de lo que vendría a llamarse "novela negra rural", hablaremos largo y tendido con su responsable hacia el final de Mayo Negro.

En cuanto a los encuentros con autores, todavía falta por citar a Claudio Cerdán, porque aunque inaugurará las jornadas el miércoles, es como si fuera de la casa y me consta que no se va a enfadar por que lo haya dejado para el final. Menos aún cuando para sus novelas, incluyendo la más reciente Un mundo peor, no tengo otra cosa que elogios: las suyas son historias trepidantes, escritas con pulso firme, y que contra todos los prejuicios establecidos han convertido una tierra presuntamente plácida y luminosa como Alicante en un universo temible y despiadado. No dejen pasar la ocasión de leer a Cerdán: si prueban con cualquiera de sus libros, les aseguro que ese no será el último que lean. Y si vienen a escucharle el primer día de las jornadas, probablemente se lleven a casa un ejemplar de cada uno.

Por si esto fuera poco, y con el objetivo de hacer de esta edición una fiesta literaria por todo lo alto, el viernes se presentará también el volumen colectivo España negra con la presencia de algunos de sus autores. No todos porque, entre otras razones, sencillamente no nos caben: 27 son los escritores reunidos en este volumen, que como es lógico da una visión plural del género inabarcable para el espacio del que dispongo y el tiempo que ustedes están dispuestos a soportarme. Así pues, me limitaré a mencionar a los amigos, y así, si se enfada alguien, que por lo menos sea un desconocido... Lorenzo Silva, el creador de los guardias civiles Bevilacqua y Chamorro y flamante Premio Planeta de hace un par de ediciones, no se limita a cumplir el expediente y ofrece siete retratos del natural que ejemplifican cómo de sujeto está el género a la realidad circundante; el argentino de nacimiento pero español de adopción Carlos Salem ofrece un relato tan breve como brutal en el que vuelve a demostrar que, además de dominar las atmósferas y los resortes del género, es un maestro de la sintaxis; el vasco Javier Abasolo y el valenciano Manel Gimeno vinculan el género a otros ámbitos artísticos (respectivamente, el cine y los cómics) desde una perspectiva humorística, pero mientras el primero demuestra que la estructura de los clásicos y las figuras del detective y la femme fatale siguen funcionando (ya saben, aquel dicho popular de "si algo no está roto, ¿para qué vas a arreglarlo?"), el segundo deja bien patente que está más cerca del Sherlock Holmes de Jardiel que del original de Conan Doyle (y a mucha honra), y que independientemente de su estatus como autor del género policíaco, es uno de los mejores escritores satíricos de nuestro país (esperemos que después del éxito de su novela corta El misterio de Bolaños se prodigue un poco más); finalmente, no puedo dejar de citar a mi colega Mariano Sánchez Soler, que con su relato demuestra que algo en apariencia tan difícil de conseguir como es trasladar una historia a lo Brian de Palma (un cineasta eminentemente visual y cinemático) a la letra escrita es posible si la jugada está en manos de un gran maestro.

Como ven, este Mayo Negro no está precisamente falto de contenidos... pero es que aún hay más: presentaremos el último número de la revista Debats, con un monográfico dedicado al género en el que hemos colaborado los directores del evento; también se presentará el proyecto colectivo Lluna Negra; se proyectarán un par de películas (nuestros filmes de culto predilectos) y hasta habrá alguna que otra conferencia; y las obras que se presenten estarán allí a la venta. En resumidas cuentas: un sin parar, a cuyo programa completo pueden acceder a través de uno de los enlaces de más abajo. Y como siempre, de entrada gratuita. Si se lo pierden, cuando Mayo Negro celebre los veinte años se arrepentirán por no poder decir que estuvieron en la fiesta del 10.

Mayo Negro X se celebra en Alicante del 21 al 24 de mayo de 2014; Los hombres mojados no temen la lluvia, Orden de busca y captura para un ángel de la guarda, Un mundo peor y España negra (27 relatos policíacos) están editados por Alianza, Ledoria, Versátil y Rey Lear respectivamente.

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